Lunes 29 de Abril de 2024

Vallenses recuerdan el Viacrucis viviente

Pese a intenso sol, nadie abandonó su lugar hasta que terminó

Leticia Nieto

[Huasteca Hoy]

La meditación de los momentos y sufrimientos vividos por Jesús desde que fue hecho prisionero hasta su muerte en la cruz, se vivió ayer en el emotivo Viacrucis Viviente, que logró congregar a más de cinco mil fieles católicos, que sin importar los intensos rayos del sol y el calor, acompañaron esta escenificación cristiana que encabezó el joven Ernesto Ávila Hernández, en su papel como hijo de Dios; la cual recorrió las principales calles de la zona centro y concluyó en el Parque Luis Donaldo Colosio.

El Obispo de la Diócesis de Valles, Monseñor Roberto Octavio Balmori Cinta, acompañó el recorrido que inició en la Catedral, en punto de las 10:00 horas, con la escenificación de Jesús, condenado a muerte por la envidia de los fariseos y la debilidad de Pilatos, siendo juzgado injustamente y condenado a muerte.

Boy Scouts y laicos apoyaron el recorrido, que continuó sobre la calle Galena y fue justamente sobre la esquina con Escontría, cuando se escenificó la segunda estación, cuando Jesús cargó con la Cruz, recibiendo el objeto de tortura de casi 80 kilos de peso, y golpeado por los fariseos.

Niños, adultos mayores y jóvenes sensibilizados por la escena mostraban un rostro de tristeza al ver como Jesús era golpeado por los fariseos, cayendo al piso en la tercera estación, la cual se ubicó sobre la calle Juárez; ahí el Obispo de la Diócesis recordó “no es fácil llevar la cruz, muchas veces cae uno vencido bajo su peso, por las ocasiones en que he tardado en levantarme y también por todos aquellos no quieren levantarse, pido perdón”.

La temperatura ya había ascendido a poco más de 35 grados, cuando el Viacrucis continuó sobre la calle Hidalgo, y fue ahí donde se vivió uno de los momentos más emotivos al recordar cuando encuentra a su madre, representado por la joven enfermera Katia Isabel Ávila Zúñiga, quien con los pies descalzos y ataviada con un hábito, mostró ese amor y sumisión ante la injusticia cometida contra su hijo y sin quejarse lo acompañó en ese penoso camino.

La quinta estación recordó cuando Simón de Cirene ayuda a Jesús a llevar la cruz, y fue el Obispo quien pidió a los feligreses reflexionar sobre este episodio de camino a la cruz, pues afirmó como en la sociedad se necesita de la unión de todos, y recordó el lema de la Semana Santa “En comunión y fraternidad un camino de libertad”.

La sexta estación, tuvo lugar sobre la calle Hidalgo y Porfirio Díaz, cuando se recordó a La Verónica limpiando el rostro de Jesús, “aquella mujer valiente al limpiar el rostro de Jesús, cruzando la fuerte guardia que le llevaba a empujones y jalones camino al lugar de la crucifixión , “dejaste impreso tu rosto en ese año, por las veces que no he visto tu rostro en los que sufren, en los abandonados y débiles, en los ancianos y enfermos, hoy reflexionemos”, pidió Monseñor Balmori.

La representación de la segunda caída de Jesús, tuvo lugar sobre la calle 5 de mayo, “no sabemos si tropezaste o caíste por un empujón, por las veces que con mi ejemplo hice que otros tropezaran y cayeran y por las veces que deliberadamente los he empujado, te pedimos perdón”, refirió el representante católico.

Fui casi en la esquina de la calle Pedro Antonio Santos y Juárez, donde se desarrolló la octava Estación, recordando cuando Jesús habla con las Mujeres de Jerusalén, la noventa estación tuvo lugar en el área conocida como “La Bajadita”, recordando cuando Jesús cae por tercera vez, cansado, y agotado por los golpes.

El contingente concentrado en el Parque Colosio vivió, la pasión de Cristo.

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