Leonel Mora
En los supermercados de la ciudad, el afán de las empresas por automatizar sus procesos augura la desaparición no sólo del empleo de cajero o cajera, sino también el de “cerillo” o empaquetador, que es uno de los pocos trabajos a los que, en la actualidad, pueden acceder las personas adultas mayores.
El pasado sábado se detectó que en una cadena más de tiendas, ubicada en un centro comercial aledaño al bulevar del río Santiago, ya se están instalando cajas de “auto cobro”, en las que el cliente tendrá que hacer por sí mismo la chamba del cajero o cajera y la del empaquetador o “cerillo”.
Obviamente, con esta automatización la única ganadora será la empresa, que podrá prescindir de varios puestos de trabajo al trasladar a la clientela la responsabilidad del cobro de los artículos, sin reponer esos puestos en otras áreas del supermercado.
Así las personas adultas mayores verán reducidas sus ya de por sí escasas opciones de empleo, mientras que autoridades de los tres niveles de gobierno siguen sin invertir lo suficiente en programas que generen empleo digno y bien remunerado para este sector vulnerable de la población.
