Miguel Barragán
CIUDAD VALLES. La cascada de Tamul volvió a tener su cortina de agua, como en los mejores tiempos y el río Valles aumentó su caudal por encima de la escala crítica, aunque operadores turísticos y cañeros vaticinan que la escasez de humedad que regresó, no permitirá que los cuerpos de agua se vean tan sanos como hoy.
Hay dos efectos por los que los que el río y la cascada parecieron revivir: las lluvias que se intensificaron al norte de la Huasteca y, el hecho lógico de que los cañeros dejan de regar cuando hay precipitaciones, pero desde el mismo domingo escampó por completo y eso haría que vuelvan a bajar tanto los niveles del río Gallinas, proveniente de Tamasopo, como del Valles.
