EN el colmo de la tacañería y de la miseria humana, se ha sabido que el precandidato del Verde a la gubernatura suele recurrir a un garlito o engaño ruin para poder contar con acompañamiento de la Policía Federal cuando anda en los caminos de la Huasteca, porque manda avisar que uno de sus colaboradores o ayudantes sufrió un accidente para que se dirijan para el lugar de la supuesta desgracia, corporaciones como la Guardia Nacional, división caminos o la Policía Estatal y ya estando ahí, pues se aprovecha para pedirles el servicio de escolta oficial (oficial es porque él trae sus propios guaruras)…
PERO resulta alevoso que se use la mentira para este tipo de aprovechamientos del recurso público, para una persona que de sobra se sabe que solamente quiere acceder al poder para hacer negocios propios y que las matemáticas de la Auditoría Superior del Estado han consignado en sumas que van hasta los 500 millones de pesos de cuentas malas o adversas que arrastra el aspirante…
TAMBIÉN resulta paradójico que una persona que presume ser popular en extremo recurra a esas tretas, ya que demuestra de manera inobjetable que no se siente seguro en ningún lado, mucho menos entre las entreveradas rutas de la Huasteca o en poblados a los que acude a pedir el voto y que ni siquiera Gallardo sabía que existían…
A nadie deja muy apaciguado el hecho de que la cúpula de Morena haya volteado a ver a su militancia y le haya hecho caso respecto a romper la coalición con Morena, porque eso quiere decir que cuanta negociación se haga con los jerarcas del partido podría ser vapuleada por la base militante (a la que sí escucharon al menos esta última ocasión) y que decidió sacar por la puerta de atrás al que ya creía que ha asegurado la coalición que ahora quedó entre Morena–PT-Panal…
AHORA se le complica a personas como Adrián Esper el escenario, porque está frente a puro morenista queriéndose quedar con la candidatura y esos tres pesan en el partido: Leonel Serrato, Primo Dothé Mata y Juan Ramiro Robledo.
