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Ciudad de México.- Acompañado por los sectores empresarial y obrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó un proyecto de reforma al Sistema de Pensiones que tiene como propósito mejorar los ahorros de los trabajadores en el momento de su retiro, con lo cual, aseguró, no se “estatizan las pensiones”, como algunos suponían.
En Palacio Nacional —adonde también asistieron líderes de Morena en la Cámara de Diputados y el Senado, así como el director del IMSS—, el Titular del Ejecutivo expresó que nunca fue el propósito “estatizar las pensiones”, sino buscar un mecanismo justo con las Afore y en el que participaran todos los sectores.
Esta reforma implicará cambios en el régimen de pensiones de 1997, que, de acuerdo con el gobierno federal y el sector empresarial, beneficiarán a 20 millones de trabajadores inscritos en el IMSS.
El plan cuenta con el respaldo de los sectores obrero y empresarial, quienes, junto con Hacienda, trabajaron por un año la iniciativa, porque si la reforma de 1997 no se corrige, los trabajadores que se jubilen recibirían menos de la mitad de su salario y esto se iría agravando con el tiempo.
El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, explicó que con la reforma el trabajador promedio aumentará su pensión 40%, es decir, “no es un asunto menor, se trata de cambiar de manera radical las condiciones de retiro de los trabajadores para que tengan acceso a un retiro justo y digno”.
Indicó que otro de los cambios al actual sistema es que el límite inicial para que un trabajador pueda recibir una pensión garantizada bajará de 24 años a 14.4 años aproximadamente, es decir, se pasará de mil 250 semanas cotizadas a 750 semanas obligatorias.
Herrera señaló que se propone que la aportación patronal aumente de 6.5% a 15%, “la cual se va a elevar por un incremento paulatino de la aportación de los patrones, de 5.15% hasta 13.87%. En un periodo de ocho años, los patrones van a incrementar 2.7 veces lo que aportan para el retiro de los trabajadores”.
Dijo que la aportación del gobierno seguirá siendo la misma, pero ahora se transforma en una “cuota social” concentrada en los empleados de menores ingresos.
Aseguró que con la reforma no se afectan los derechos de los trabajadores, la edad mínima para recibir la pensión seguirá siendo 60 años, pero ahora se necesitarán sólo 15 años de cotización.
El presidente del CCE, Carlos Salazar Lomelín, consideró a la iniciativa como histórica y trascendente, porque tocará la vida de 20 millones de mexicanos.
Con los cambios se aumenta el ahorro de los trabajadores, al juntar las Afore y el Infonavit, para una jubilación digna.
