Viernes 03 de Mayo de 2024

Difuntos se pasean en calles de CDMX

Desbordan capitalinos el tradicional desfile de muertos

El Universal

Ciudad de México.-¿Quién dijo miedo? Aquí todos los «muertos» son amigables: la parca, el diablo, La Llorona y, aunque parezca raro, Cantinflas y La Doña hasta se llevaron bien, cuando en vida no se toleraban. Aquí todo es alegría. Bueno, hasta Juan Gabriel se unió a los festejos.

Chicos y grandes se preguntaban: ¿Y dónde está José José? Con eso de que la malvada Sarita dividió sus cenizas, está difícil que esté aquí”.

Definitivamente este domingo no fue como los otros. Desde temprana hora, la plancha del Zócalo capitalino fue tomada por familias enteras, pues todos querían ver “a sus muertos”.

Sin embargo, muchos se quedaron con las ganas, pues aun cuando la mayoría llegó desde las 11:00 horas, parece que los que tenían los mejores lugares durmieron en el sitio o desde el sábado, pues ya había gente instalada que no se movió ni un centímetro.

Todos alcanzaron a ver, ya sea desde la cima de un árbol, banca, puesto de revista o sobre los hombros de alguien más, a Frida Kahlo dormida en una gigantesca cama, acompañada de mariachis que entonaron El Quelite, lo que hizo que hasta la gente de Palacio Nacional aplaudiera.

De pronto la alegría se apagó de golpe. La lluvia se hizo presente y los niños con tristeza vieron que las calaveras eran humanas y los cartones con grandes calaveras quedaron peor que periódicos del día anterior.

El dios Tláloc hizo su aparición y lo que era una enorme fiesta pronto se convirtió en una corredera sin rumbo. “No se vale, no se vale”, gritaba un niño a su madre, quien estaba más preocupada por cubrirlo de las enormes gotas que caían que por ver qué sucedía con el festival de muertos.

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