Domingo 05 de Mayo de 2024

Bitácora

De nueva cuenta, en el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, a quienes se les queda a deber es a los que son naturales de las tierras que habitamos todos y en donde los indígenas sufren de la desigualdad y de la desprotección, de una manera vergonzante y hasta ridícula. ¿Para qué sirve que las […]

De nueva cuenta, en el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, a quienes se les queda a deber es a los que son naturales de las tierras que habitamos todos y en donde los indígenas sufren de la desigualdad y de la desprotección, de una manera vergonzante y hasta ridícula.

¿Para qué sirve que las autoridades organicen los eventos para que los indígenas emulen los rituales del pasado, si siguen igual de marginados, olvidados, vilipendiados, aislados y sin derechos humanos protegiéndolos? ¿Cómo para qué?

Solamente para completar el desdén del que se está hablando en esta columna, el día de hoy, al evento que se organizó en Coxcatlán, donde gobierna Ibeth Arenas, el Gobernador, Juan Manuel Carreras ni siquiera hizo acto de presencia, porque los orejas de su administración y alguno que otro palero le avisaron con oportunidad que habría protestas por falta de obras en esa localidad y mejor no fue. Más claro que eso no es ni el agua de manantial, la verdad.

Lo que se repite cada vez que se piensa en los indígenas es que no hay oportunidades laborales para ellos en sus lugares de origen, así como tampoco hay servicios completos, porque, o hay agua (entubada, no potable) o hay drenaje, o hay pavimentación o hay luz; y, lo peor de todo, si llega a haber una falla en estos servicios básicos, se les deja al garete, sin atenderlos, hasta que hartazgo los obliga a la manifestación.

Habría que preguntarse dónde quedó la Ley Indígena; donde quedó el zapatismo que gritaba por sus derechos; dónde quedó la Reforma Agraria; dónde quedó la equidad y la equidistancia de los indígenas para alcanzar una vida plena, con empleo y con bienestar social. Las danzas y los eventos efectistas que se los guarden para cuando se cumplan estas urgencias.

Nomás 44 millones de pesos se gastaron en la licitación de las lámparas de LED, solares que se colocarán en 12 mil postes, en la dirección de Obras Públicas del Ayuntamiento y en la Coordinación de Desarrollo Social. O sea, cada lámpara les costó 3 mil 600 pesos, cuando en línea, las mismas lámparas se pueden encontrar con precios de entre 1 mil 200 y 1 mil 800 pesos.

Se debería suponer que se gastarían alrededor de 12 millones o 13 millones de pesos en las nuevas luminarias, debido a que los costos al mayoreo suelen reducirse, dado el volumen de compra, pero acá, la empresa IMLUX, de San Luis Potosí parece ser que castiga más los precios, conforme más le compren, así que las luminarias se inflaron a casi 4 mil pesos, una cantidad que hace que el gasto en iluminación sea de más de 40 millones de pesos, cifra bastante elevada.

Aunque el proyecto parece real, ahora sí y no como en todos los trienios anteriores en los que se volaban impunemente el dinero de las lámparas, de cualquier manera se debería revisar de parte de Cabildo esta cantidad, porque tampoco se trata de cobrar de más por hacer las cosas bien.