Miguel Barragán
[Huasteca Hoy]
El camión con gas-cloro entró a las instalaciones de la DAPAS, luego de que un actuario y el presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje presentaron un ordenamiento del Juzgado Quinto para que entrara la sustancia que sirve para limpiar el líquido vital que llega a 50 mil casas y negocios de Ciudad Valles y a un aproximado de 150 mil personas de la zona urbana.
Después de una tensa firma de acuerdos en la que el presidente de la Junta, José Arturo Reyes González tuvo que pedir al director de la Policía Municipal, José Isidoro González Salazar que retirara a los municipales y sus ocho patrullas, porque el sindicato se rehusaba a abrir el portón para la entrada del camión, al 10 para las ocho de la noche entró el camión que estaba desde el miércoles esperando pasar a las instalaciones para que se clorara el agua de todos los vallenses.
Alejandro Ballesteros, líder del sindicato aseguró que el regidor Marco Antonio Conde había conseguido negociar con ellos para que el camión entrara, pero que Marco Antonio Guillén había declinado esa negociación porque tenía la intención de darles unos “cocolazos”, por eso llegó con decenas de oficiales municipales.
Antes de la llegada del presidente de la Junta y del director de DAPAS, Marco Guillén y a su asesor legal, había alrededor de 20 elementos del Ejército Mexicano en el lugar.
