Sábado 04 de Mayo de 2024

Bitácora

A ver, una semana antes o dos días antes mandaron las invitaciones a los 412 ejidos de la Huasteca potosina, para que se presentaran en el foro de Consulta a los pueblos Indígena y Afroamericano sobre el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, pero lo único que uno se encuentra es otra vez la discriminación, porque […]

A ver, una semana antes o dos días antes mandaron las invitaciones a los 412 ejidos de la Huasteca potosina, para que se presentaran en el foro de Consulta a los pueblos Indígena y Afroamericano sobre el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, pero lo único que uno se encuentra es otra vez la discriminación, porque en ese lugar debieron haber participado activamente la Universidad estatal, congresistas de la Comisión de Asuntos Indígenas y especialistas en el tema y todo fue lo mismo de siempre. Organizar mesas de trabajo, luego de un ritual tének (etnia con más preponderancia en la Huasteca norte) que, dicho sea de paso, al parecer solamente puede ser encabezado por el patriarca de Tamaletón, Benigno Reyes Robles.

La discriminación está en el hecho de que se organiza una consulta a boca de jarro y casi sin tiempo, para que acudieran los que pudieran y sin la organización que uno esperaría, porque aleatoriamente se fue escogiendo a la gente que iba a ir a las mesas a donde responderían preguntas y cuestiones sobre seguridad pública, derechos humanos, discriminación, entre otros temas, pero, volvemos a lo mismo, el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas otra vez dio muestras de que es bueno para cumplir con los protocolos, pero ¿realmente se atiende a los indígenas en sus comunidades?

Ahí vamos con unos ejemplos claritos: en la reunión de hoy no estuvieron los representantes de todas las comunidades, porque simplemente no les dio tiempo de elegir a los representantes que contestarían el foro, con todas sus preguntas y dentro del ruido que había entre los de las comunidades que sí acudieron estaba el del fraude en los ejidos, orquestado por sus alcaldes, que imponen o que intentan imponer a directores de asuntos indígenas que simplemente le darán el sí a todo lo que propongan.

Pero en la práctica, en la zona tének de Valles, las cosas no son buenas y no han sido buenas durante años, porque en ese lugar, con alrededor de 17 mil habitantes si se quedan sin agua durante dos semanas, no pasa nada; o si se quedan sin luz durante una semana o tres días, igual, pues a los Gobiernos les da igual, porque viven en la comunidad, lejos de la cabecera donde sucede todo, ¿no?

En comunidades de Coxcatlán, la Comisión Estatal del Agua, que es uno de los negocios más desaseados del Gobierno del estado, la Comisión Estatal del Agua se atrevió a entregar una obra que supuestamente habría de beneficiar a 10 comunidades, pero el proyecto que sí pagó (¿y cobró?) Jesús Medina Salazar nació muerto, porque no les interesó que el sistema de agua no sirviera y que estuviera tomando el líquido de un arroyo contaminado. Así se las gastan.

Existe el prejuicio de que los indígenas no se quejaban, porque no se sabían defender, pero ahora no sólo se defienden, sino que promueven amparos e investigan cuál es la razón por la que los tienen olvidados.

El Gobierno federal, con esta consulta solamente hace la faramalla de estar al pendiente de las decisiones de los grupos étnicos, dado que desde el nivel municipal y no se diga el estatal, se les ha dejado solos, ancestralmente.