Domingo 05 de Mayo de 2024

“Anomia” social contribuye a los ajusticiamientos

Especialista advierte que en “turba”, los humanos son capaces de cosas “monstruosas”

Rubén Pacheco

[Huasteca Hoy]

En los linchamientos contribuyen más los factores sociales que individuales. Es así, que la “anomia” social, es decir, la falta de estructuras normativas, solidarias y cohesivas, es la principal causa para cometer ese tipo de acciones, analizó Amado Nieto Caraveo, académico y psiquiatra de la Facultad de Medicina de la UASLP.

Planteó que quienes participaron en el crimen “en cierto modo” deben considerarse como víctimas, pues es necesario pensar que suelen pertenecer a comunidades desorganizadas, marginales, “anómicas”, sometidas, explotadas, en un contexto de impunidad, injusticia e inequidad.

Este jueves por la noche, la capital potosina vivió dos intentos de justicia por propia mano, uno en la colonia Popular donde un hombre acusado de robo sobrevivió, mientras que otro varón acusado de violación en Ciudad Satélite pereció minutos después de ser golpeado por una turba de residentes.

El también profesor-investigador, refirió que el comportamiento “en turba” es uno de los más terribles, pues los seres humanos son capaces de hacer cosas “monstruosas” cuando el anonimato y la impersonalidad del grupo ocultan los impulsos propios.

Ahondó que casi siempre hay “instigadores” que saben manipular a la multitud agresiva, sin embargo, no necesariamente las personas que participan es esos actos son en lo individual sanguinarias.

Nieto Caraveo ejemplificó que podría darse el caso, donde incluso puede haber personas pacíficas y tranquilas, que llevadas por el impulso colectivo participan en el crimen tumultuario.

“La culpa suele diluirse en el grupo, por eso nadie se siente responsable y puede realizar actos monstruosos. Es como ‘si yo no fuera yo’ quien está en el contingente”, expuso el experto en psiquiatría.

Recalcó que posterior al hecho delictivo se les muestra a las personas el evento en que participaron, no se reconocen a sí mismos ya que se despersonalizan, es decir, “que no te reconoces a ti mismo, que sientes que eres otra persona”.