(Agencias)
La primera transición en la historia del país hacia un partido de izquierda se registra hoy, cuando el morenista Andrés Manuel López Obrador reciba del priista Enrique Peña Nieto la banda presidencial, haciendo efectivo el resultado de la pasada elección de julio pasado.
El evento está rodeado de una sensación de esperanza por la renovación del gobierno federal y el cambio que mejore la situación del país, pero también de la inquietud y la incertidumbre, en especial la financiera, por las decisiones que tome la administración lopezobradorista, que ya en el periodo de transición ha afectado mercados y el cambio de la moneda en asuntos como la cancelación del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México o la desaparición de comisiones bancarias.
También genera intranquilidad de un posible retorno del autoritarismo presidencial, aunque el propio López Obrador ha dicho que será un mandatario institucional.
La personalidad de López Obrador ha sido definida como sociable, franca y espontánea, aunque tal vez demasiado para los mercados financieros, que se han tambaleado antes de su toma de posesión este sábado.
Su carrera política inició dentro del PRI, pasando por el PRD y ahora Morena, pero ha sido su activismo el que le ha dado más presencia entre la población del país.
Pese al desgaste del larguísimo tiempo de transición transcurrido entre los comicios y la toma de protesta, López Obrador puede presumir de un 60% de aceptación, de acuerdo a sondeos realizados.
por varios diarios, con un respaldo mayoritario a la mayoría de sus propuestas.
