Rubén Pacheco
[Huasteca Hoy]
Aunque hubo crecimiento económico y el país se abrió al mundo durante la administración de Enrique Peña Nieto, los casos de “mega corrupción” evidenciados en su momento generaron indignación entre los mexicanos, catalogó Juan Jesús Priego Rivera, vocero de la Arquidiócesis de San Luis Potosí.
El mandatario por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) concluye mañana su administración gubernamental, y el sábado entregará la banda presidencial al presidente electo Andrés Manuel López Obrador del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Para el portavoz de la grey católica local, la gestión peñanietista promovió las reformas estructurales, crecimiento de la economía y difusión de la nación a nivel mundial, es decir, “hubo cosas muy buenas, hubo cosas muy malas”.
Lamentó que el sexenio de Peña Nieto fue el más violento para los sacerdotes, pues en dicho periodo asesinaron a 23 clérigos en diferentes entidades, según el Centro Católico Multimedia (CCM).
“Ciertamente fue un periodo (el sexenio) de claroscuros, la violencia no acabó; no sabemos si aumentó, pero ciertamente los índices delictivos se mantienen muy altos en el país”, valoró el cura.
Priego Rivera deseó “de todo corazón” que López Obrador sea el mejor presidente de México como el mismo se autonombra, a fin de generar modificaciones favorables para los residentes mexicanos.
Algunos de los casos más representativos de probable corrupción en la gestión peñanietista fueron: la “Casa Blanca” de Angélica Rivera, esposa del presidente; la “Casa del Malinalco” del ex secretario de Hacienda, Eduardo Videragay; la “Estafa Maestra” entre la Sedesol y diversas universidades; y el “caso Odebrecht” donde se vincula al director de Pemex, Emilia Lozoya.
