Viernes 03 de Mayo de 2024

Gloria, sobreviviente de la guerra contra el cáncer

Recomienda a las mujeres autoexplorarse, acudir al médico y no darse por vencidas

Leticia Nieto

[Huasteca Hoy]

Su actitud jovial, a sus 64 años de edad, muestran a la guerrera que hace cuatro años se enfrentó de cerca a la muerte, pero a quien la unión familiar, la oración y el haber detectado a tiempo el cáncer de mama con una autoexploración casual, la llevó a enfrentar esta pesadilla y salir victoriosa.

La batalla fue ardua. Tuvo que superar ocho quimioterapias, 25 radiaciones e incluso fortalecer su sistema con tratamientos naturales como el de té de hoja de guanábana.

El enemigo oculto en el cuerpo de la mujer, como es llamado el cáncer de mama, en la curva epidemiológica a partir del 2006, supera al cáncer cervicouterino en México como la principal incidencia y muerte. Incluso el vaginal muestra ya una tendencia a la disminución, no así el de mama, de ahí que el Plan Nacional de Desarrollo lo establece como una prioridad en salud.

Gloria Palazuelos Balderas, es una de las muchas mujeres que lo han superado y aunque aún le faltan seis años para ser dada de alta, hoy se siente curada, pues el cáncer que apareció hace cuatros años volvió el año pasado, pero de forma milagrosa desapareció en esta segunda etapa, días antes de ser intervenida nuevamente.

“El cáncer llegó a mi vida en noviembre de 2014, estando acostada levanté los brazos y al bajarlos en el pecho derecho sentí una bolita del tamaño de un limón. Me asuste y me levante, fui a donde estaba mi esposo, en automático sentí una angustia, el tocó y vio que efectivamente había una bolita. Yo no me realizaba la autoexploración, un año antes me había hecho la mastografía y un ultrasonido en San Luis Potosí y había salido bien, tenía una hermana y una tía materna que lo padecieron, mi tía lamentablemente murió, pero mi hermana también sobrevivió al cáncer”, narra Gloria.

Señala que ante la noticia tuvo mucho miedo, pensó que iba a morir, “es horrible recibir una noticia así, piensa uno en los hijos, en el esposo, los papás y los amigos, pero hoy le digo a las mujeres que crean en el Señor Jesús porque para él no hay imposibles, soy fiel testimonio de ello, esta enfermedad incremento mi fe y mi fortaleza para superar la prueba”.

Una vez que visitó al médico y este encontró rasgos sospechosos de cáncer, la remitió con una patóloga quien la revisó y le tomó una biopsia que confirmó lo que tenía: cáncer de mama. “Contaba con el apoyo de mi esposo y mis hijos, uno de ellos me llevó a un grupo de oración, un mes después me estaban operando en San Luis potosí y a partir de ahí inicié un tratamiento. Fueron quimioterapias cada tres semanas con estudios de laboratorio antes de la quimio, al principio era muy difícil, así que me encomendé a Dios y dije ‘adelante’, me daban pastillas para náusea y vómito, sólo la primera vez me tome una, las done porque afortunadamente yo no sentía síntomas, yo salía de ahí entera”, recuerda.

Señala que el mismo día del tratamiento “nos veníamos en carro o autobuses, llegaba activa no con ganas de estar acostada, después de las quimios fueron veinticinco radiaciones por mes y medio, eran diarias, después de la veinte me quemó un poco, pero aún así yo estaba bien, acudía a chequeos cada mes y después cada seis meses”.

Gloria, señala que cuando ya se creía curada, el año pasado volvió el cáncer, pero esta vez de forma diferente, pues aunque se le realizaron los estudios que confirmaban el fibroma, poco antes de ser operada, simplemente desapareció la enfermedad.

“Soy creyente, sé que Dios me quiere, pero lo que les digo a las mujeres es que no se dejen vencer, que atiendan las recomendaciones, que se autoexploren para que puedan detectar a tiempo el cáncer, que no tengan miedo, que enfrenten la enfermedad con fortaleza, que atiendan cada quimio o cada radiación, que no abandonen el tratamiento y si lo desean que prueben otras alternativas. Yo lo estoy haciendo con el té de hojas de guanábana, me ha resultado, esta guerra contra el cáncer la he enfrentado por diversos frentes, con lo que nos da la ciencia, la fe en la oración y con remedio natural, lo importante es no bajar la guardia, no rendirse”, concluye entusiasta y tranquila la señora Palazuelos.

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