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Tallín, Estonia.- El papa Francisco reconoció que los escándalos de abuso sexual que han sacudido a la Iglesia católica han indignado y alejado a los católicos de la institución y dijo que ésta debe cambiar sus caminos si quiere mantener a las futuras generaciones.
Se refirió directamente a la crisis que convulsionó su papado en el cuarto y último día de su peregrinación por países bálticos, que coincidió con el lanzamiento de un informe nuevo y devastador sobre décadas de abuso sexual y encubrimiento en Alemania.
El pontífice dijo en una reunión de jóvenes en Estonia, considerado como uno de los países menos religiosos del mundo, que sabía que muchos jóvenes sentían que la Iglesia no tenía nada que ofrecerles y que simplemente no comprenden sus problemas de ahora.
“Están molestos por los escándalos sexuales y económicos que no conllevan una condena clara, por nuestra falta de preparación para apreciar realmente las vidas y las sensibilidades de los jóvenes y simplemente por el papel pasivo que les asignamos”, dijo.
“Sabemos y ustedes nos lo han dicho, que muchos jóvenes no recurren a nosotros porque no sienten que tengamos algo significativo que decirles”, agregó. Dijo que la Iglesia quiere responder a esas quejas de forma transparente y honesta.