Domingo 28 de Abril de 2024

Recriminaciones tras el incendio en museo

El fuego destruyó piezas históricas y documentos

(AP)

Río de Janeiro, Bra.- El humo salía el lunes del Museo Nacional de Brasil un día después de un devastador incendio, mientras surgían recriminaciones sobre quién es el responsable de la tragedia que destruyó por lo menos una parte de los archivos más ricos de Latinoamérica, piezas históricas y documentos.

Unos pocos cientos de personas se reunieron afuera de la entrada del museo e intentaron varias veces pasar por las puertas. Pedían entrar al recinto para ver lo que se había dañado y exigieron al gobierno una reconstrucción del museo. La policía trató de mantenerlos alejados con aerosol pimienta, gas lacrimógeno y macanas.

El director del museo dijo que parte de la colección quedó destruida pero que todavía no era posible detallar qué se perdió. Por su parte, el vicedirector insinuó que el daño podría ser catastrófico, con la mayoría de los objetos en el edificio principal destruidos, con excepción de algunos meteoritos.

El edificio principal albergaba objetos culturales e históricos por los que el museo era conocido. La colección de 20 millones de objetos incluía piezas grecorromanas y egipcias y el cráneo humano más antiguo que fue encontrado en el hemisferio occidental, conocido como Luzia. El recinto fue alguna vez un palacio de la familia real brasileña.

El museo todavía estaba en pie el lunes por la mañana, pero gran parte parecía destruido. Las autoridades de protección civil advirtieron que no era seguro ingresar a la estructura debido a que el techo y las paredes internas quedaron comprometidos y podrían colapsar en algún momento.

No está claro cómo comenzó el incendio el domingo por la noche, cuando el museo estaba cerrado al público. El incendio rápidamente generó críticas por la deteriorada infraestructura y los déficits presupuestarios mientras los brasileños se preparan para votar en las elecciones nacionales de octubre.

Varios funcionarios han dicho que se sabía que el edificio estaba en un estado de grave deterioro y que había un riesgo significativo de incendios.

“Llorar no resuelve nada”, dijo el director del museo, Alexander Kellner, a los periodistas en la escena. Se conmovió al mencionar los fondos y el apoyo que dijo que ahora “exigiría” a las autoridades para salvar lo que quedaba de la colección y reconstruir el museo. «Tenemos que actuar».

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