Lunes 06 de Mayo de 2024

Un matrimonio fincado en el amor y la entrega mutua

Carmen y J. Paz cumplen 72 años de vivir juntos

Leticia Nieto

[Huasteca Hoy]

Cuando tenía apenas 13 años de edad, Carmen Estrada Martínez contrajo matrimonio con J. Paz Esquivel Martínez, un joven jornalero que a sus 18 años de edad por petición de su suegro, decidió llevársela para su casa y formalizar la relación con una boda civil semanas posteriores; 72 años de después se preparan para celebrar con sus hijos, nietos, y bisnietos esta unión que a pesar de las dificultades económicas, trágicas pérdidas y demás vicisitudes, sigue como un roble, siendo ejemplo de amor y entrega.

La pareja de 90 y 85 años de edad respectivamente y con domicilio en Campo Palmillas del ejido El Zocohuite, procreó 13 hijos y hoy recuerda con alegría como ha sido su vida matrimonial, que inició por la solicitud del padre de Doña Carmen que tenía que salir fuera y pidió a través de una carta al señor J. Paz, que si quería “emparentar” se llevara ya a la muchacha pues no quería que se quedara con la madrastra.

“Yo sí lo conocía, y nos hablábamos, un día llegó y me dijo que ya había recibido la carta de mi papá y que nos teníamos que ir a vivir juntos, yo acepté, pero no sabía nada de matrimonio, a las pocas semanas nos casamos por el civil en Valles y hasta diez años después lo hicimos por la iglesia, teníamos ya seis chiquillos y no pensamos en fiesta, sólo fuimos a recibir la bendición de Dios y regresamos a continuar trabajando en la casa”, recuerda Doña Carmen quien hoy con problemas visuales es asistida por sus hijas y nueras, al igual que su esposo quien padece agudeza auditiva, sin embargo su buen semblante y la vida de trabajo lo mantiene activo.

Dedicado toda su vida al campo, el señor J. Paz Esquival, dijo que no hay formula secreta para un matrimonio tan largo, “aquí la cuestión es que la mujer se porte bien”, señala mientras que su esposa indica que la única magia, es “hacer concha”, pues aunque hay dificultades lo más importante es pensar en los hijos, “sí tuve mis problemas con él, sí me falló varias veces, pero yo no sabía ni leer ni escribir y con trece hijos qué podía hacer más que aguantar”.

Notas Relacionadas