AUNQUE no había obligación de hacerlo, los empresarios de la Autovía y sus empleados demostraron tener la sensibilidad de un depredador de la selva cuando les informaron a los brigadistas del IMSS que fueron, en calidad de comisión, a ayudar a gente del estado de Morelos…
RESULTA que 10 personas que trabajan en el IMSS, mediante un oficio de comisión se fueron a las zonas más dañadas del estado de Morelos, durante el sismo del pasado 19 de septiembre, como un equipo multidisciplinario que se dirigía a ayudar y a entregar artículos comestibles y de limpieza personal. Lo mínimo era solidarizarse con el gesto ¿no?…
PUES no. La cosa se puso fea cuando pidieron pasar de Rayón hacia Valles, el pasado domingo, sin abonar el peaje que cobran a todo tipo de vehículo. Es cierto, no hay ninguna ley o acuerdo nacional que obligue a ninguna empresa a donar los peajes para los grupos de ayuda, pero quizá dejarles pasar hubiera sido considerado como un buen detalle, más aún cuando en casetas de estados vecinos se les permitió el ingreso a los ramales que conducían a casa…
AHÍ es donde se ve quién es quién y cómo es que operan…
PERO no nos detendremos en los trabajadores del IMSS que por cierto hicieron pública su indignación, hablemos de los accidentes automovilísticos con heridos o muertos que ocurren dentro de la carretera, porque se sabe que a las ambulancias, sí a las ambulancias que se dirigen al lugar de un accidente les cobran peaje también. Así como se lee…
UNA ambulancia, como es obvio, tiene prisa por ir a auxiliar a gente que tiene comprometida su vida, debido a un percance en el que no importa mencionar quién o quiénes tuvieron la culpa y, a pesar de la noble acción de los socorristas, de apurarse para recoger heridos, las casetas de la Autovía les niegan el paso, si no hay un pago de por medio. Qué lindos…
Y eso ocurre cada vez que la Cruz Roja pasa por esas casetas, en las que tienen que hacer fila y pagar, por entrar, a una carretera que fue concesionada, a pesar de que la mayor parte del recurso para hacerla fue con dinero público. No pues qué bien…
PUES bueno, ahora tocó que los vecinos del ejido Álvaro Obregón, que son famosos por no ser dejados, acudieran a la alcaldía para pedir que se les pavimentara, hay que recalcar este último verbo, que se les pavimentara el camino al ejido, porque los “arreglos” que se le hacen a esa rúa, y que consisten en echar grava y tierra a los baches que molestan los vehículos y que hacen lentos los trayectos, se desvanecen cada que la lluvia tormentosa cae de nuevo en este municipio…
OBVIAMENTE, hubo compromisos para hacer labores de “arreglo”, una vez que la lluvia cese (toda la semana habrá precipitaciones, de acuerdo con el Meteorológico Nacional) y eso vuelve a atrasar los trabajos de reconstrucción o de inicios de construcción…
LO que llamó la atención es que el asesor del Ayuntamiento, el panista Salvador Espinoza, quien estaba en la plática negociadora e improvisada, realizada en el borde de la escalinata que baja a la primera planta de Presidencia, incluso ensayó unas sonrisas, parapetándose con el argumento de que uno de los regidores podría poner a disposición una motoconformadora, para los “arreglos”…
PERO nadie escuchaba a los ejidatarios, que precisamente viajaron desde sus casas para que no les salieran con “arreglos”, sino con un acuerdo que hable de pavimentar a la de ya su camino, al que nadie le ha metido mano, en años.
