Verónica Galván
[Huasteca Hoy]
Dos ordenaciones sacerdotales fueron celebradas ayer por la mañana en el sagrario Catedral, lugar donde Ernesto Martínez Vázquez y Ramiro Márquez Gutiérrez recibieron el sacramento.
El obispo de la diócesis, Roberto Octavio Balmori Cinta, dijo que se necesitan nuevos sacerdotes, nuevos corazones evangelizadores y hace falta que más jóvenes huastecos se unan a evangelizar para continuar con la tarea que Jesús dejó a su Iglesia, “vayan por todo el mundo, enseñen mi palabra”.
Los nuevos sacerdotes que se ordenaron ayer en la misa de 10 de la mañana, no son del estado de San Luis Potosí, Ernesto Martínez es de Cortázar, Guanajuato y Ramiro Martínez es de Tehiloyucan, Cholula, Puebla, pero a invitación de un sacerdote en la Diócesis decidieron ordenarse en Ciudad Valles, para pertenecer a ella.
Ramiro dijo que sintió el llamado para ser sacerdote y decidió estudiar, aunque en su familia tiene familiares sacerdotes, dijo que era una inquietud decidir ser sacerdote, y ahora se convirtió en un gusto, pues disfruta de las cosas de Dios y desea compartir con la gente.
El se desempeño en un tiempo como profesor en una escuela católica, pero decidió encausar su fe para estudiar y ayer se ordenó.
Ernesto Martínez, originario de Guanajuato, dijo que este es el inicio de una nueva etapa en su vida para servir a Dios y pidió las oraciones de los feligreses para ser siempre fiel a su vocación.
Ernesto trabajó en una empresas y luego en un colegio, pero al ver a un equipo de Misioneros en su pueblo, lo motivó a optar por estudiar para llegar a ser sacerdote. Al final de la misa, partió en un autobús con familiares y amigos a Cortázar Guanajuato, donde celebraría con su gente, su primer misa, pero regresará para ser asignado en alguna iglesia de esta Diócesis.
