EL logro binacional de ayer por la tarde es magnífico para la economía de los ganaderos, nada más. Es verdad que ser ganadero será de nueva cuenta sinónimo de solvencia, como lo fue antes de que se prohibiera vender a otros estados y a otros países, pero eso socialmente pues no ayuda en mucho a la población…
LA mayoría de los gastos que se generan con la cría de ganado se hacen a determinados proveedores y a determinadas fuentes, pero el ganadero tiene una larga tradición de distanciamiento social porque se quedaron acostumbrados a que el que se dedicaba a ese negocio simplemente estaba por encima de otro…cosas de La Colonia, ni modo…
LO que es verdad es que con las ganancias nuevas que van a estar reportando -ahora venden sus becerros a 50 el kilo en pie y no pasaban de pagárselos a 42-, probablemente puedan diversificarse un poco para que con su capital pueda haber inversiones benéficas para todos y que no se queden con el fingimiento de postración que han solido adoptar desde hace muchos años…
LO que sí es cierto es que los nombres que sonaron entre los que aportaron ganado para el primer embarque para Estados Unidos están los mismos nombres de los que han sido regidores, proveedores, alcaldes, presidentes de asociaciones, y todos los cargos que alguien se pueda imaginar, así que como en los cuentos de mal gusto, los que se van a beneficiar serán los de siempre…
LO que llama la atención es que ha sido con este presidente tildado de maniaco y de perverso, Donald Trump, con el que se han concretado más negocios binacionales que con los “bondadosos” y “amables” demócratas y de eso se deben acordar todos.
