Viernes 26 de Abril de 2024

Bitacora

SI se dan cuenta, solamente la Zona Huasteca es la que falta en tener Coronavirus en su territorio, porque San Luis o la Zona Centro, están colmados, con 37 casos y tres defunciones, pero ahora hay un caso y una defunción (en la misma persona), dentro del área de influencia de la Zona Media, en […]

SI se dan cuenta, solamente la Zona Huasteca es la que falta en tener Coronavirus en su territorio, porque San Luis o la Zona Centro, están colmados, con 37 casos y tres defunciones, pero ahora hay un caso y una defunción (en la misma persona), dentro del área de influencia de la Zona Media, en Ciudad Fernández y un trabajador que tiene contacto con todo tipo de viajeros se infectó en la salida más transitada del estado, Matehuala. La Huasteca sigue teniendo casos sospechosos, llegando incluso a 58 de ellos, pero cabe destacar que de éstos, la gran mayoría (41), han sido descartados y se trata de gente que ha tenido influenza o neumonías atípicas, que tampoco son males menores.

NO hay truco en esto, la Zona Huasteca es la más deprimida económicamente de todas las demás y aunque hay un flujo foráneo, afortunadamente es de paso, aunque se pudiera pensar que la llegada del turismo la podría haber hecho vulnerable, pero con las restricciones de parajes y centros vacacionales, esta parte de la ecuación contagiosa se eliminó en buena parte. Pero, a ver, la gran mayoría de los vallenses no ha viajado, no porque no haya dinero: hay más de un 50 por ciento de la población que está instalada en la clase media baja o en la alta, que tienen posibilidades de hacer periplos, pero no se acostumbran, porque en una zona productiva agrícolamente y dedicada, en su otra mitad, al comercio, el que tiene recursos no viaja porque no puede hacerlo, ya que solamente “al ojo del amo, engorda el caballo”.

LA otra mitad de los huastecos o de los vallenses tienen una total imposibilidad incluso para organizar un picnic al río, mucho menos para poder agarrar un avión y lanzarse a una playa paradisiaca o ir a traer mercancía para iniciar una empresa de corte informal, como vender ropa, zapatos o productos alimenticios para la salud.

ESA es la única ventaja de vivir en una región pobre, solamente que la suerte se acaba y se sabe que ha habido algunas reconvenciones a las autoridades estatales, porque se han visto fotografías de Tamazunchale o de Ciudad Valles, en donde los ciudadanos siguen abarrotando los centros de comercio y las plazas, sin distanciamiento y sin ninguna medida preventiva.

NO sólo eso: en una reunión de seguridad, le tocó al vicario de Catedral, José Humberto Juárez Villeda escuchar a las autoridades de salud sobre la mala organización de algunas iglesias del interior de la Huasteca que siguen celebrando misas presenciales, con los fieles pegaditos, hombro con hombro y no como se efectúan en las redes por los padres de Ciudad Valles, así que no tarda en caer el chahuistle sanitario con un brote, porque una cosa es que haya posibilidades de refugiarse en una ciudad sin tanta movilidad al exterior y otra es tentar los cuernos del diablo con el contacto directo, con los saludos de mano, con las fiestas y con las reuniones en parajes públicos donde al calor de las copas todo mundo se abraza, se besa y, eventualmente, se contagia.

 

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