Miguel Barragán
[Huasteca Hoy]
Praderas del Río no sólo es el rincón de Valles con una de las peores reputaciones sobre la violencia, sino que también se ha vuelto lugar de ficciones que se transmiten vía WhatsApp o Facebook y en donde sembrar psicosis es cosa de niños.
Basta con que haya un intento de riña o un robo violento para que se desate la especulación a través de redes sociales.
El pasado sábado en la noche, los más de cinco mil vecinos leyeron o se enteraron boca a boca que habían matado a un hombre. Otros hablaron de una balacera y otros más de secuestros. Todos afirmaban.
Claudia Anahí Ríos, de la calle Río Sena dijo que a ella le dijeron, vía celular, que todo el jaleo de la noche sabatina se había debido al homicidio de un hombre, así nada más, sin más datos para saber si el hombre era joven, viejo, vecino o extraño.
Hubo decenas de llamadas a los servicios de emergencia, pero en los reportes de la Policía Municipal y de la estatal no había ninguna muerte confirmada, sólo los llamados de auxilio, con su carga de urgencia en la voz de los que telefoneaban.
Hace tres semanas balearon y quemaron a un taxista en ese sector y poco antes habían rafagueado la fechada del negocio de un pariente de él. Este hecho prendió los focos en el barrio bravo que, no por tener miedo o porque no sabe defenderse, ya que en octubre del año pasado un abusador sexual fue golpeado casi hasta el linchamiento, aún con los policías intentando defender tal acto de violencia.
