Viernes 26 de Abril de 2024

Bitácora

EL escándalo perfecto se dio en San Luis Potosí, porque todo se ha transparentado, poco a poco, pasito a pasito, como dijo Luis Fonsi, despacito… HABRÁ que fijarse que, por ejemplo, mientras se filtran videos, audios, llamadas, documentos, sin que haya una fuente veraz o con solvencia moral de por medio, acá en San Luis […]

EL escándalo perfecto se dio en San Luis Potosí, porque todo se ha transparentado, poco a poco, pasito a pasito, como dijo Luis Fonsi, despacito…

HABRÁ que fijarse que, por ejemplo, mientras se filtran videos, audios, llamadas, documentos, sin que haya una fuente veraz o con solvencia moral de por medio, acá en San Luis Potosí sabemos perfectamente que todo el desmadre que se ha armado en el Legislativo y que relaciona a cuatro diputados que hacían operaciones ilegales con la Auditoría Superior del Estado (ASE) para blanquear cuentas lo armó el alcalde Crispín Ordaz Trujillo, jefe de la comuna petrolera…

LO interesante es que, ahora que ya pidieron licencia los diputados Enrique Flores, Óscar Bautista Villegas y José Guadalupe Torres y que acusaron a Josefina Salazar Báez de ser la verdadera artífice de que sus almas protomachistas se corrompieran, nadie se ha preguntado qué onda con don Crispín, que no sólo tiene el nombre de ratón, sino que hace preguntas como ídem…

A saber: es cierto que los diputados y la ASE están a cinco milímetros de arder en el último caldero mediático, cosa que al final les vale sorbete, porque quizá sí pidieron licencia (ojalá Dios no se las diera), pero siguen teniendo fuera, así que todo sigue siendo una comedia de mal gusto, vulgar, con muchos “empinados” y “empinadísimos” (palabras usadas por el docto legislador, Quique “Toby” Flores)…

PERO hay algo que sigue mascullando mucha gente que no está en los obnubilados medios de comunicación: ok, sí, los diputados y la ASE están mal, pero por qué nadie comienza a investigar ni nadie pide que se le inicien auditorías reales y raja tabla a los alcaldes. Al final de cuentas, la trama trata de diputados y auditores que limpian la caca que dejan los alcaldes en el establo, pero entonces hay una bestia que hace sus gracias en este hervidero de moscas e inmundicia, ¿no?…

ESTÁ bien que se les cuestione a los diputados, obviamente y que no se deje ir indemne a Martínez Loredo, quien tiene el reloj biológico más oportuno de dolencias de que se tenga memoria en la entidad, sino de escudriñar realmente en lo que interesa, que es la raíz de todo mal, la primera estafeta de la corrupción: los alcaldes…

NADIE se preguntó por qué Enrique Flores estaba platicando tan a gusto, tan suelto y tan relajado cómo blanquear dinero del erario con Crispín. Es decir, el diputado sonríe, hace apuntes, informa con superlativos, sonríe, se siente confiado, ¿pero por qué? Pues porque no está solo en la inmundicia, hay un alcalde preguntando…

MUCHOS podrán decir que lo que hizo Crispín fue ponerle un cuatro a Enrique Flores y sí, se lo puso, pero la confianza y el tono de complicidad, las aclaraciones acompañadas de sonrisas, de sentencias sazonadas por la complicidad, éstas no se las ganó en una sola plática el alcalde…

QUE castiguen a los diputados, sí, pero que castiguen a los alcaldes, porque hacen del erario su dinero y son los verdaderos ladrones de la ecuación, ya que los diputados solamente piden una comisión para blanquear, pero quien ensucia la ropa es el presidente municipal al que le llegan millones de pesos al mes al banco y nadie, pero nadie, lo fiscaliza…

AHÍ está el meollo del asunto. Mientras todos nos enfocamos en un escándalo que terminará sin hacerles ni una abolladura a los diputados mencionados en el video, los alcaldes devoran el botín de los recursos federales como los tiburones que se comen el antojable y precioso pez espada, en la triste alegoría de Ernest Hemingway, y a ellos ni quien les diga nada.

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