Ana Paula Vázquez
[Huasteca Hoy]
El Atlético de San Luis ha acumulado 681.8 minutos en la tabla de juego para menores, por lo que solo le restan 318.2 minutos para cumplir con los mil exigidos por la normativa vigente en el torneo Apertura 2024 de la Liga Mx.
A partir de este torneo, los clubes están obligados a alinear jugadores nacidos entre 2001 y 2005 durante un total de 1,000 minutos por semestre.
Los minutos contabilizados varían según la edad del jugador: los más jóvenes aportan un mayor porcentaje al cumplimiento de la regla, lo que busca fomentar su desarrollo en el máximo nivel.
Tras ocho jornadas, así ha sido la contribución de los siete jugadores menores que ha utilizado el técnico Domenec Torrent: Ronaldo Nájera (2003) ha jugado 319.2 minutos; Eduardo Águila (2002) ha sumado 216.4 minutos; Iker Moreno (2003) ha aportado 97.8 minutos; Benjamín Galdames (2001) ha jugado 40 minutos; David Rodríguez (2002) ha acumulado 4 minutos; Gabriel Martínez (2002) ha disputado 2 minutos; Kevin Ortega (2002) ha sumado 1.6 minutos. Hasta la fecha, equipos como Pachuca (2,188.8 minutos), Santos (1,360.6), Necaxa (1,329.4) y Chivas (1,059.6) ya han superado el mínimo requerido.
En contraste, Tigres, Toluca y Cruz Azul, a pesar de estar en los primeros lugares de la tabla general, son los que menos minutos han sumado con sus juveniles. La situación cambiará para la temporada 2025-2026, donde los equipos deberán acumular 1,530 minutos con jugadores de las categorías 2003, 2004, 2005 y 2006.
De éstos, al menos 720 minutos deberán ser jugados por futbolistas de las dos categorías más jóvenes. Esta normativa busca fomentar el desarrollo de talento juvenil en la Liga MX, asegurando que una mayor cantidad de jóvenes tenga la oportunidad de competir en el máximo nivel del fútbol mexicano.
Si al final del torneo algún equipo no cumple con los minutos establecidos, será penalizado con la pérdida de tres puntos, lo que puede afectar su clasificación a la Liguilla. Además, los clubes enfrentarán una sanción económica del 30% en sus ingresos por derechos de formación.
