Miguel Barragán
CIUDAD VALLES. Velador se mete a robar a una casa y en la huida pierde su tolete. Al otro día fue a pedir cooperación y por su herramienta de trabajo, allá en Los Naranjos.
Román, un jefe de familia que tiene su casa en la calle Bicentenario, frente al parque, narró lo que parece el hilo argumental de un chiste: el velador que le cobra cuota semanal por cuidar su casa se metió a su propiedad a robar, perdió su tolete cuando huía de ser visto y del perro de la vivienda y, encima de todo, fue al otro día a pedir la cooperación y a pedir su tolete.
Los hechos ocurrieron entre las tres y las cuatro de la mañana del sábado 16 de diciembre, cuando la esposa de Román escuchó que se movían las mecedoras parabólicas de la entrada y el perro ladraba; al salir al patio de enfrente, el velador estaba huyendo por encima de la reja, acosado por el can que revoloteaba furioso tras él.
Román explicó que él no estaba en la ciudad en ese momento, pero la paciencia de su esposa se colmó cuando el vigilante fue al otro día a pedir la cooperación semanal y a que le devolvieran su macana.
Para justificar la petición de devolución del PR-24, el hombre que había allanado esa morada horas antes mintió y dijo que él nunca se había metido a la propiedad de Román, sino que arrojó el tolete al perro de esa casa, quien no le dejaba de ladrar.
Román dijo saber que estos trabajadores pertenecen al sindicato de la Confederación de Trabajadores de México y que ahí lo denunciaría, además de presentar la querella penalmente.
