Miguel Barragán
CIUDAD VALLES. El río Valles sigue rozando los límites de su escala mínima, pero al menos la nata turbia y el olor a drenaje ya no están presentes en el afluente, lo que genera seguridad en el agua de calidad que tiene el afluente.
La Comisión Nacional del Agua ha estado reportando en la semana que está por terminar niveles que van de los 43 a los 41 centímetros, del espejo del agua al fondo, puesto que las lloviznas constantes beneficiaron al campo, pero no así el nivel del afluente.
Por lo menos los visitantes ya no se toparon con el olor a drenaje que fluía de ese lugar desde el final de la semana pasada y el color turbio que ocupaba casi todo el ancho del Valles.
Las autoridades de la DAPAS han expresado que la crisis de desabasto podría volver, al no haber recarga en la corriente, tomando en cuenta que los primeros meses del año no hay lluvias abundantes.
