Miguel Barragán
CIUDAD VALLES. Una mujer llamada Alejandra Galván llevó a su hijo de un año tres meses de edad, a consulta con los doctores que atienden en Farmacias Continentales y, el doctor Gómez, que fue el que auscultó a su vástago le entregó una receta en la que estaba oculto, a puro rayado de lapicero o pluma el nombre de otro galeno.
La quejosa refirió que no sólo el recetario del médico es de otro más, sino que con la receta rayada sobre el nombre impreso, la prescripción médica no se puede surtir en ninguna otra farmacia, sino sólo en las Continentales.
Agregó no saber si el que le atiende es un médico con cédula profesional, puesto que usa el recetario de otro y dijo negar si alguna autoridad ha verificado esa situación.
