Jueves 16 de Mayo de 2024

Un estudiante de California vino a México a investigar un arbusto y murió asesinado

AP

Durante cuatro años, Gabriel Trujillo recorrió a pie diversas partes de Estados Unidos y fue a México en busca de un arbusto con flores denominado jazmín tallo o guayabillo.

La planta, también conocida como aroma de laguna y Rosa de San Juan, entre otros nombres, es nativa de diversos climas variados de Canadá, Estados Unidos y México. Trujillo, un estudiante de doctorado de 31 años de la Universidad de California, campus Berkeley, quería saber por qué prosperaba en tantos lugares diversos, y si la evolución de la especie podría contribuir a las iniciativas de conservación y restauración del hábitat en un futuro.

La investigación fue interrumpida trágicamente la semana pasada en México, donde el padre de Trujillo dice que le dispararon siete veces. Las autoridades descubrieron su cuerpo el 22 de junio en el estado noroccidental de Sonora, días después de que su prometida reportó su desaparición.

El asesinato ha dejado a la familia conmocionada y en busca de respuestas en un caso que, una vez más, ha puesto de relieve la violencia desenfrenada que asola zonas de México controladas por los cárteles del narcotráfico.

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“EL LUGAR EQUIVOCADO”

Trujillo cruzó en automóvil la frontera de Arizona e ingresó a Nogales el 17 de junio. Al día siguiente habló con su padre y, un día después por la mañana, habló con su prometida, Roxanne Cruz-de Hoyos. Le contó que saldría a recolectar plantas y que más tarde volvería a su alojamiento que rentó vía Airbnb.

Cruz-de Hoyos se preocupó cuando Trujillo no contestó sus llamadas ni mensajes de texto —normalmente hablaban varias veces al día—, y sus anfitriones de Airbnb le dijeron que sus pertenencias estaban en el alojamiento pero que él no había regresado. Al día siguiente ella compró un boleto de avión y viajó a México para buscarlo.

El 22 de junio, las autoridades descubrieron su cuerpo a unos 100 kilómetros (62 millas) de su hospedaje de Airbnb. Seguía dentro de su camioneta deportiva, compartió Cruz-de Hoyos.

Lo identificó para las autoridades mexicanas mientras el padre de él se apresuraba a conseguir un vuelo desde Michigan. Los dos han recibido poca información sobre la tragedia y le están rogando a los gobiernos de Estados Unidos y México para que les den respuestas.

“Evidentemente él estaba en el lugar equivocado”, le dijo Anthony Trujillo a The Associated Press el jueves mientras aguardaba para abordar el vuelo de regreso a su casa, junto con los restos de su hijo.

La Fiscalía General del estado de Sonora declaró el jueves en un comunicado que está analizando la evidencia para determinar los hechos, las condiciones y causas de la muerte. El comunicado no dio detalles de lo que ocurrió ni calificó de homicidio la muerte de Trujillo.

Su familia le rogó que no fuera a un lugar tan peligroso: Sonora registró 518 homicidios en mayo, de acuerdo con información del gobierno federal. Pero Trujillo consideraba que el viaje era crucial para su investigación.

Sonora comparte una extensa frontera con Estados Unidos y es una ruta clave para el tráfico de drogas, en especial fentanilo, así como migrantes, dinero en efectivo y armas entre el territorio estadounidense y el estado de Sinaloa, y el cártel del mismo nombre que opera más hacia el sur.

Desde hace tiempo, Sonora ha sido territorio vital para los cárteles mexicanos, y en años recientes esas rivalidades han incrementado el nivel de violencia y a veces han dejado víctimas civiles.

Sicarios del cártel asesinaron a tres mujeres estadounidenses y a seis de sus hijos cerca de la frontera de los estados de Sonora y Chihuahua en 2019. Los estadounidenses vivían en comunidades fundadas hace décadas por una rama que se separó de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.