Miguel Barragán
CIUDAD VALLES. Sin tener que pasar por el bochorno de las 10 de la mañana vallense, Rita Ozalia Rodríguez Velázquez, presidenta del partido Morena en el Estado tuvo un acto político con 800 morenistas, empleadas de la Jurisdicción Sanitaria, Servidoras de la Nación y simpatizantes del lopezobradorismo en el elegante Salón Fundadores del Hotel Valles, a la manera de aquellos años de bonanza de los “prianistas”.
“No, no hubo acarreos”, negó sonriente y encantadora, la presidenta del morenismo, apoyando su dicho en el otrora zar de la salud vallense, Francisco Adrián Castillo Morales, quien ha sido convocado por el partido en el poder como chofer y taumaturgo de las necesidades de la jerarca morenista.
A la llegada de Rita Ozalia al recinto repleto de entusiastas con café frío y boronas de panecitos, las señoras no ahogaron el grito de “presidenta, presidenta” para una Ozalia qué, negaba estoica y humildemente con la mano.
En el templete, dispuesto a manera de foro televisivo, con sillones y cojines coloridos y una pantalla incandescente con la efigie de Andrés Manuel sonriendo a las señoras suspirantes, estaba la plana mayor del Bienestar como Mónica Albarrán, de Jóvenes Construyendo el Futuro (¿con votos?), Nancy García Martínez de Sembrando Vida y una de las actuales favoritas del régimen, la presidenta del DIF de Axtla, Ninfa Raquel López, único municipio que no se reverdeció ni con las lluvias de propuestas que han caído de los operadores de Gobierno.
La reunión tenía el pretexto de que las mamás de Morena se tomaran un café con su presidenta, “Mujer, ven y tómate un café con Rita Ozalia”, se leía en el escenario, pero también fue una buena oportunidad de mostrar un músculo femenino en plena forma, por si la mandamás de Morena, comienza a tener el anhelo de habitar la casa de Juárez y Morelos.
