Lunes 29 de Abril de 2024

Héctor Miguel Zelada visitó la Huasteca

Miguel Barragán [email protected]   CIUDAD VALLES. El que fuera portero de las Águilas del América de la década de los ochenta, Héctor Miguel Zelada, visitó la Huasteca potosina, asegurando que esta zona del país es un sitio maravilloso. Invitado por amigos locales, entre los que se encuentra el exdirector de DAPAS, Juan Carlos Gómez, Zelada […]

Miguel Barragán

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CIUDAD VALLES. El que fuera portero de las Águilas del América de la década de los ochenta, Héctor Miguel Zelada, visitó la Huasteca potosina, asegurando que esta zona del país es un sitio maravilloso.

Invitado por amigos locales, entre los que se encuentra el exdirector de DAPAS, Juan Carlos Gómez, Zelada se sintió contento y halagado de que los vallenses lo reconocieran y le felicitaran por lo realizado bajo el arco americanista hace casi cuarenta años, “algo debimos haber hecho bien”, se congratuló.

Dijo que el América al que perteneció es difícilmente superable, puesto que ganó ocho títulos en un lapso de poco más de una década, incluyendo la única final del futbol mexicano que ha sido un clásico contra Chivas.

Comentó que aunque ahora radica en Cancún, Quintana Roo, la Huasteca Potosina tiene un encanto de paraíso diferente y deslumbrante, enumerando a Tamasopo y Micos como los lugares en los que ha hecho estación en estos días.

“Quise pasar desapercibido, pero no se pudo”, reiteró.

Sobre la actualidad del futbol mexicano, el nacido en Macías, Argentina y que jugó con Alfredo Tena, Cristóbal Ortega, Juan Antonio Luna, Norberto Outes y el ruso Brailovsky, no pudo dejar de decir que “las comparaciones son odiosas, los actuales futbolistas no deben pelear con la historia, más bien deben aprender de ella. El fútbol mexicano a nivel de clubes está para competir contra cualquiera, pero a nivel de Selección hemos quedado a deber; ahora hay selecciones que han superado a la mexicana, como Marruecos, Japón o Croacia”, por poner algunos ejemplos.

Unos días más estará en la Huasteca el que fuera el cancerbero del mejor América de la historia y del mejor Argentina, el equipo que lideró un hombre que el país sudamericano convirtió en Dios.

 

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