Martín Rodríguez
Huasteca Hoy
El presidente de la organización civil Potosinos con Valor, Alberto Narváez Arochi y la presidenta de Nuestro Centro, Amparo Rosillo izquierdo, criticaron la intención del gobernador Ricardo Gallardo Cardona de tratar de meter escolares a la Procesión del Silencio, “como si fuera un desfile”.
Explicaron que la esencia de la Procesión del Silencio es religiosa, comenzó hace 70 años en un solo templo de la ciudad, uno de los más icónicos de la arquitectura virreinal, y posteriormente fue creciendo, pero desde su esencia religiosa.
Alberto Narváez Arochi dijo que se entiende la importancia de la Procesión del Silencio de San Luis Potosí, porque es una de las cinco mejores del mundo, pero el gobernador ha dicho que pretende hacerla más grande, incluso con más gente y se habla de “cofradías escolares”, que por la esencia de la Procesión del Silencio no se sabe qué quiere decir eso, y precisamente esa es la preocupación principal, que metiendo mano, se pueda lastimar el desarrollo de la Procesión del Silencio, y tanto él como Amparo Rosillo llamaron al gobernador a reconsiderar.
