Sábado 18 de Mayo de 2024

De una “Momia” a un “niño Spielberg”, los resucitados y redimidos del Óscar

EFE

Algunos fueron relegados; otros, olvidados; algunos más, simplemente menospreciados. Ganen o no, para nominados como Brendan Fraser, Ke Huy Quan y Jamie Lee Curtis los Óscar 2023 suponen un renacimiento.

LA “DESMOMIFICACIÓN” DE FRASER

Brendan Fraser vive una “desmomificación”.

Para empezar, quitarse la etiqueta de “producto” de películas taquilleras (“The Mummy”, 1999) y comedias fáciles (“Bedazzled”, 2000), pese a haber participado en “Crash”, un drama ganador en 2006 del Óscar a la mejor película… más allá de la polémica que aún genera esa elección.

En sentido metafórico, salir del “sarcófago” en el que estuvo por años uno de los actores más famosos de los noventa pero transformado en un “juguete roto”: lesiones por acrobacias en filmes como “George of the Jungle” (1997), un doloroso divorcio en 2017, depresión por el acoso sexual que sufrió, películas intrascendentes.

Para “The Whale”, se metió en la piel de Charlie, un hombre de 265 kilos de peso, lo que le implicó sumarle una prótesis de 130 kg al peso que ya había ganado últimamente.

Ahora, a menos que Austin Butler (“Elvis”) se lo impida, recibirá la estatuilla dorada por un papel muy poderoso en lo emocional que le permitió revivir su carrera y ganarse el respeto de colegas, críticos y cinéfilos.

EL REGRESO DE UN “ONE HIT WONDER”

Haciendo una analogía con la industria musical, Ke Huy Quan era un “one hit wonder” en Hollywood.

Así a muchos no les suene su nombre, algunos lo recordarán como el niño vivaz de “Indiana Jones and the Temple of Doom” (1984) y tal vez también por compartir pantalla con Sean Astin, Corey Feldman y Josh Brolin en “The Goonies” (1985), dos historias con el sello de Steven Spielberg.

Tras el brillo de esos dos primeros papeles, prácticamente la nada. Hasta 2021, entre video-clips, series de televisión y filmes de dudosa calidad, solo se dejó ver once veces.

Pero en 2022, se convirtió en Waymond, uno de los personajes preferidos de ese fenómeno llamado “Everything Everywhere All at Once”.

Nada mal para ese niño vietnamita-estadounidense que acompañaba a “Indy” y ahora es el “seguro” ganador como mejor actor secundario, con permiso del tándem Brendan Gleeson-Barry Keoghan (“The Banshees of Inisherin”).