Miguel Barragán
CIUDAD VALLES. Irma Laura Chávez Aristigui, presidenta de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera (Canirac) refirió que las medidas restrictivas que acaba de imponer la Secretaría de Salud sobre el uso de cubrebocas en todo tiempo y lugar es una política de salud que ella no abandonó jamás “y quizá nunca se irá”.
Dijo que el sector restaurantero es el más vulnerable por simple lógica, ya que lo primero que hace un comensal es quitarse la mascarilla.
Con o sin recomendación de la Secretaría de Salud, en el restaurante debe ser obligatorio el cubrebocas en todas las áreas, para empleados y para los comensales, en caso de que se levanten de la mesa.
Dijo que aunque el Gobierno no ha dado la orden de controlar porcentajes de aforo, eso beneficia a la economía, pero el cuidado debe seguir, porque nadie sabe de dónde provienen muchas de las personas que entran a un comedor.
