Miercoles 01 de Mayo de 2024

La diplomacia mexicana en tiempos de López Obrador

AP CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Hacer diplomacia con un presidente que abiertamente ha mostrado su desinterés por la política internacional —”la mejor política exterior es la interior”, repite Andrés Manuel López Obrador— y que habla a diario ante la prensa sin ningún tipo de filtro, no es tarea sencilla. La crisis entre México y […]

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CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Hacer diplomacia con un presidente que abiertamente ha mostrado su desinterés por la política internacional —”la mejor política exterior es la interior”, repite Andrés Manuel López Obrador— y que habla a diario ante la prensa sin ningún tipo de filtro, no es tarea sencilla.

La crisis entre México y Perú, donde el mandatario mexicano ha ido mucho más allá que el resto de países que se consideran parte de la izquierda latinoamericana, es el último ejemplo.

“Se ha salido del guion regional y está actuando por su cuenta”, afirmó Rafael Elías Rojas, profesor del Centro de Estudios Históricos del universitario Colegio de México.

El problema, agrega Jorge Guajardo, un ex diplomático mexicano de un partido opositor, es que el tono de las conferencias presidenciales matutinas ha “contaminado” la política exterior frente a un cuerpo diplomático considerado internacionalmente “muy profesional”.

De ahí que, en ocasiones, diplomáticos o la cancillería haya hecho malabares dialécticos para matizar algunos comentarios del mandatario sin desacreditarlo.

Esta semana, Perú expulsó al embajador mexicano en Lima por los comentarios de López Obrador en los que acusó al congreso peruano de un “golpe blando” contra Pedro Castillo —quien intentó disolver el Parlamento—, criticó que se pusieran “muy respetuosos de la legalidad” y arremetió contra el nuevo gobierno de Dina Boluarte como represor ante las protestas.

Pese a la llamada de atención diplomática, el presidente mantuvo el tono de los comentarios pero la Secretaría de Relaciones Exteriores optó por no romper relaciones, según dijo el propio mandatario el miércoles.

Desde el siglo pasado, México se ha caracterizado por una política exterior marcada por la no intervención y la no injerencia en asuntos internos de otros países, una postura que evitaba el escrutinio externo a su política nacional y que permitió al país relacionarse tanto con Estados Unidos como con la Unión Soviética, Cuba o China, al tiempo que defendía la autodeterminación de los pueblos y la soberanía en America Latina.

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