Miguel Barragán
CIUDAD VALLES. Eleuterio Benítez Santos de 63 años de edad usa un triciclo para desplazarse, porque desde que nació no tiene movilidad en las piernas y en ese vehículo manual tiene que andar por la calle principal del fraccionamiento Bicentenario, donde hay dos problemas, los charcos hondos de la avenida y que la empresa de transporte urbano no manda la unidad especial para discapacitados, solo cada dos horas.
Él no es el único que sufre esta condición.
Hace poco, a José Marcelino Márquez Cisneros, de 53 años de edad, vendedor de jugos, le cortaron una pierna por complicaciones de la diabetes y su silla de ruedas tampoco está diseñada para andar en semejante terreno minado, por la ineptitud de Obras Públicas.
Eleuterio Benítez tiene que salir de su casa en la mañana para trabajar de bolero en la calle Hidalgo y su petición es simple: que David Medina arregle la calle que él transita por necesidad y en donde a veces es imposible salir, porque el lodo todo lo estropea y las llantas de su triciclo se atoran.
El otro problema del camión especial tiene también años que lo sufren y la empresa, aunque manda un autobús cada dos horas, hay días que no lo manda y ni uno ni otro pueden salir de ese recóndito lugar, al sur de la ciudad.
