Viernes 17 de Mayo de 2024

Tensión entre lugareños y sector turístico en Tulum

AP

Un frenesí por construir edificios en Tulum, un balneario del Caribe mexicano que supo ser muy tranquilo y ahora está de moda, hace que muchos empresarios planeen levantar condominios y hoteles en un barrio pobre erigido en tierras ocupadas.

Mientras que la policía trata de desalojar a los residentes para que se puedan construir grandes condominios junto a casitas de madera y cartón asfaltado, los ocupantes dicen estar hartos de los inversionistas extranjeros que no permiten a los lugareños disfrutar de su propia costa.

En el enfrentamiento más reciente, del 27 de julio, la policía se presentó con una topadora e intentó derribar algunas viviendas junto a un condominio con balcones. Disparó gases lacrimógenos, pero el viento cambió de dirección y llevó los gases hacia su sector, por lo que se tuvo que retirar en medio de una apedreada.

El contraste entre ricos y pobres no podría ser más grande. Hay edificios de cuatro pisos con nombres alusivos a la cultura maya y slogans en inglés como “Live in the Luscious Jungle” (Viva en la selva sabrosa) y “An immersive spiritual experience” (Una experiencia espiritual inmersiva) pegados a chozas construidas con palos, cajas, lonas y techos de zinc.

En una costa en la que la construcción irrestricta de hoteles ha cerrado el acceso público a la mayoría de las playas –hay unos pocos puntos de acceso público en una faja de 130 kilómetros (80 millas) conocida como la Riviera Maya–, los residentes en estas tierras ocupadas se preguntan si los mexicanos pobres podrán disfrutar de estas playas alguna vez.

Las autoridades del estado de Quintana Roo han dicho que reubicarán o desalojarán a unos 12.000 residentes del caserío 2 de Octubre, que ocupa 137 hectáreas. Fue fundado en el 2016 en terrenos otrora públicos, muy valiosos, a pocas cuadras de la calle principal y a unos 2 kilómetros (1,5 millas) de la costa.

Estas invasiones de terrenos son comunes en México. A menudo los ocupantes son desalojados al poco tiempo. Pero a veces estos asentamientos se integran a la ciudad. Se calcula que unas 250.000 personas podrían estar viviendo en comunidades surgidas en terrenos ocupados en las afueras de Cancún.