Miguel Barragán
CIUDAD VALLES.- Galileo Hernández Reyes, presidente de la asociación Procuración de Justicia Étnica A.C. (PJEAC) dijo que lo que debió haber sido una falta administrativa terminó con la vida de dos hombres de Aquismón, en el corazón de un fraccionamiento exclusivo, en donde trabajaban de albañiles y el ejecutor, un policía de la Fuerza Civil Estatal, pasará el resto de sus días tras las rejas.
Hace casi dos años, la noticia de la muerte de Gregorio Santiago Margarito de 20 años y de Claudio Francisco de 42 heló la sangre de su familia acá en la Huasteca, en los límites escarpados del Sótano de las Golondrinas.
Nadie comprendía la nota, porque ambos occisos habían sido guías de turistas que se habían quedado desempleados por el cierre total de actividades turísticas en todo el mundo, debido a la plaga de Covid. Isaí Gallegos Ruiz fue sentenciado a 57 años de prisión y además César Estudillo también deberá purgar una pena de 15 años en la cárcel, por encubrir a Isaí.
El hecho se generó luego de que Gregorio y Claudio, junto con otros albañiles, bebían cerveza a las afueras de una casa grande donde trabajaban en el fraccionamiento exclusivo Valle de los Cristales, al final de su jornada.
Policías de la Fuerza Civil llegaron a hacerles una “ilegal” revisión de rutina y ante la resistencia de los huastecos, Isaí Gallegos Ruiz, uno de los oficiales, les disparó a mansalva, matándolos en el acto.
Discriminación evidente
Galileo Hernández expresó que hubo una clara manifestación de agresividad de los policías contra los ahora occisos, empujados por la piel oscura, el hecho de ser foráneos y ser personas que se encontraban en un lugar en donde no vive gente con las características de Gregorio y Claudio, por eso expresó que casi dos años después se hace justicia para las familias de estos hombres que fueron a buscar el trabajo que el Covid les había arrebatado.
