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La caída masiva de árboles y los daños que sufrió el Seminario Diocesano de Toluca, Estado de México, por la tormenta del 1 de julio que además dejó bardas caídas, muros fisurados y vidrios rotos, generó que este lunes continuarán las labores de retiro e inspección de más de 150 pinos y sauces que cayeron.
Personal de Protección Civil y bomberos, apoyados por personal de Probosque, trabajaron este lunes 4 de julio en el retiro, revisión y marcado de árboles de más de 15 metros de alto que cayeron al piso o quedaron inestables y están en riesgo de caer, tal como lo documentó EL UNIVERSAL en un recorrido por los jardines del Seminario Diocesano.
El lunes 4 de julio el conteo preliminar fue de 165 árboles caídos, especialmente encinos y pinos, la mayoría de ellos adultos de cerca de 20 metros de altura.
La tormenta del 1 de julio derribó diversos tramos de la barda perimetral, “los daños sólo fueron materiales: caída masiva de árboles, bardas derribadas, muros fisurados, vidrios rotos, etc. Gracias a Dios, no tenemos pérdidas humanas por lamentar ya que el Seminario se encuentra en periodo vacacional”, informaron autoridades de la Arquidiócesis de Toluca.
Ante los daños que dejó la tormenta de agua, viento y granizo “de inmediato hubo respuesta de las autoridades, quienes, por medio de Protección Civil, Bomberos, la policía municipal y estatal así como la Guardia Nacional están al pendiente en la elaboración y aplicación de un plan de auxilio y ayuda para atender las consecuencias del fenómeno natural”, indicaron voceros.
“Las instalaciones del Seminario están siendo resguardadas por las autoridades respectivas, quienes han colocado un cerco de seguridad en las zonas afectadas y la recomendación es que las personas no se acerquen porque todavía existen factores de riesgo en algunos árboles y muros que pueden colapsar”.
