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Novak Djokovic mostró el talento, la capacidad de desgastar al adversario y los certeros disparos que lo dejaron en 2021 a un partido de completar un Grand Slam en el mismo año.
El serbio brindó el espectáculo que había hecho falta en este año, cuando se ausentó por su negativa a vacunarse contra el coronavirus.
Primero del escalafón, Djokovic puso de pie al público en el Foro Itálico con varios puntos memorables y eliminó el viernes 7-5, 7-6 (1) sobre Felix Auger-Aliassime, para avanzar a las semifinales del Abierto de Italia.
En la conclusión de un largo intercambio, Djokovic colocó un topspin delicado de revés, que elevó la pelota fuera el alcance del canadiense, pese a su salto descomunal. Ello le valió a Djokovic un quiebre y una ventaja de 4-2 en el segundo parcial.
El astro festejó ese punto levantando los dos brazos. Luego, arengó al público que llenó el Campo Centrale a hacer más ruido, agitando sus manos.
“Fue un tenis de alto nivel”, valoró Djokovic. “Él me exigió elevar el nivel, y tuve que jugar bien consistentemente”.
