Redacción
CIUDAD VALLES. Ma. de los Ángeles Araujo Vázquez no ha podido acceder al programa de apoyo de 65 y Más porque su prima, Rosa González Vázquez ha estado usando como propio, su nombre, en una historia que parece salida de un capítulo de la Dimensión Desconocida.
Ella accedió al programa en 2018, pero solamente pudo cobrar un bimestre, ya que le argumentaban en las oficinas de Bienestar que era pensionada del IMSS, cosa que no podía ser cierta, porque ella siempre ha sido ama de casa y no se había enrolado en ninguna empresa o labor burocrática.
En 1965, la madre de Araujo Vázquez prestó el certificado de primaria de ésta a Rosa González Vázquez para que pudiera acceder a un trabajo en el estado de Tamaulipas.
Rosa González nunca devolvió el documento, sino que le sirvió como primera identificación, en una vida completa con el nombre usurpado y, en efecto, Rosa González se convirtió legal y documentalmente en Ma. de los Ángeles Araujo Vázquez hasta la fecha, cuando ya se encuentra postrada en cama, con un mal neuronal que, paradójicamente le va arrebatando la identidad, poco a poco.
Robo de existencia
Araujo Vázquez lloró cuando relató su estrambótica experiencia.
Sus sobrinas tienen problemas legales en la actualidad, porque se descubrió la doble identidad de su madre, ya que hay registros con su antiguo nombre y ahora no se explican cómo es que su propia madre no les puso a ellas su apellido de sangre (González), sino el de su tía, causándoles un dilema legal y moral que las resquebraja, porque saben de la suplantación de su madre y de la osadía de haberles puesto un apellido que no les pertenece.
Sólo el programa
Ma. de los Ángeles solamente quiere ingresar a 65 y Más, porque no tiene dinero, pero no puede y quizá no podrá, porque abogados y juristas le han dicho que ha pasado mucho tiempo con su nombre robado.
