Miguel Barragán
CIUDAD VALLES.- De acuerdo con Juana Martínez Zúñiga, el miércoles 5 de enero pasado, unas trabajadoras del DIF de Valles fueron a ofrecer rosca de regalo a sus hijos, en su casa que habita en el fraccionamiento El Consuelo, pero sin permiso de los menores entraron a su casa, comenzaron a revisar la vivienda y a tomar fotografías.
Luego de estos hechos, el DIF notificó a una hermana de Martínez Zúñiga que le quitarían a sus hijos y que se los llevarían a alojar a una casa en Rioverde.
Apenas conteniendo las lágrimas, Martínez Zuñiga explicó que el argumento de las trabajadoras del DIF es que sus hijos, tres niños pequeños, estaban solos, sin supervisión de un adulto y ella atajó este argumento con que su hija mayor de 16 años de edad cuida de los pequeños hasta horas de la tarde, cuando se va a trabajar y hay un espacio de un par de horas en las que los niños se queden solos, hasta que ella llega.
Manifestó que ella es padre y madre de sus hijos y que, aunque es verdad que se quedan solos sus vástagos un par de horas, ella los atiende, hace tarea con ellos y se mantiene al pendiente.
Dijo que ella no ha sido notificada de nada por parte del DIF, pero que su hermana y los vecinos del lugar donde vive suelen juzgarla por no estar buena parte del día, “pero yo tengo que trabajar, para darle de comer a mis hijos”, refiere.
Juana Martínez Zúñiga es madre de los niños que hace casi un año atestiguaron cómo un vecino mataba a su perro (Topi) a palos, cuestión que desencadenó la indignación de las redes sociales.
