Sábado 18 de Mayo de 2024

Una sobredosis de Spider-Man en “No Way Home”

AP

Las películas de Spider-Man han llegado con tal agitación las últimas dos décadas, que casi se puede saber la hora por ellas. ¿Quién necesita los largos siglos del Jurásico, Triásico y Cretácico cuando, en el lapso de una sola generación, puedes tener la era de Tobey, la era de Garfield y el Tomozoico?

La velocidad de regeneración constante (y contractual) de la franquicia ya se ha convertido en un chiste familiar. Pero en “Spider-Man: No Way Home” (“Spider-Man: Sin camino a casa”), las zonas horarias distintas, aunque abarrotadas, del Hombre Araña de Marvel se superponen y colisionan de maneras que a menudo son entretenidas y probablemente satisfactorias para los fanáticos, pero aún carecen de la sobredosis de estremecimiento que están diseñadas a proveer. Esto es como dos golpes de Spider-Man y un refuerzo, todo en uno. En su retrospectiva y construcción de un supergrupo, “No Way Home” es el propio “Endgame” de Spidey.

Eso también significa que viene con muchos giros que, si no quieres que te echen a perder, deberías parar de leer hasta que veas la película. Las ingeniosas revelaciones y apariciones en “No Way Home” son una parte tan importante de su estructura que es difícil considerarla sin hacer referencia a algunas de ellas. En un mensaje previo a la película, Jamie Foxx, quien interpretó al villano Electro en “The Amazing Spider-Man 2” (“El sorprendente Hombre Araña 2: La amenaza de Electro”), advierte sobre los spoilers reveladores antes de señalar que él mismo es un spoiler.

Pero “No Way Home” de Jon Watts comienza como lo hicieron sus dos entregas anteriores (también dirigidas por Watts): con el aire desenfadado de la escuela secundaria que ha caracterizado el reinado de Tom Holland como Spider-Man. Ha sido un capítulo definido por el sano encanto de Holland, un Spidey bastante agradable, aunque algo convencional, que ha parecido más adecuado para el papel fuera de la pantalla como aprendiz de Robert Downey Jr. y en apariciones geniales y chistosas en la prensa. Pero el estilo sincero y afable de Holland también ha aliviado la carga a veces pesada de las películas de Marvel, y sus cintas, en su mayoría muy buenas, han sido refrescantemente liberadas por el aparato interconectado y plomizo de la franquicia.