Miguel Barragán
[Huasteca Hoy]
CIUDAD VALLES. Más de 30 mujeres de la zona tének taparon parcialmente el camino, a la altura del ejido Rancho Nuevo, justo donde todavía fluye una fuga que la dirección de Comunicación Social del Ayuntamiento había reportado como “arreglada” poco antes.
Tienen un mes sin agua y exigían una solución ya, porque conseguir agua de pozos es un problema cada vez más complicado. El encargado del Sistema Tanchanchín, que es a donde pertenece el tubo que derramaba agua incesantemente este día, Ángel Duque Vanegas recibía estoico los reclamos de las tének que no sólo quieren plazos reales del arreglo del abasto de agua, sino que les manden pipas e incluso, en el terreno de la política, al alcalde David Medina le exigían que así como ellas lo apoyaron, ahora ellas querían que hubiera recurso líquido cuando abrieran las llaves, eso sin contar con que reclamaron el gasto en posadas y en encendidos de árboles, mientras Duque Vanegas les informaba que era muy costoso arreglar una de las dos bombas que envía agua a la zona tének.
Las cartulinas de algunas manifestantes decían que tenían 17 días sin agua, pero ese es el tiempo que les duraron sus contenedores de reserva, como aljibes, tanques y otros recipientes, pero que desde la primera semana de noviembre están sin agua.
Ángel Duque se comprometió tímidamente a que les llevarían las pipas, aunque dijo que apenas esta semana, especialistas en el armado de bombas le darían el diagnóstico de los daños que tiene una de las bombas de extracción de las dos que succionan agua de un venero de Santa Anita hasta los tének.
Los ejidos y comunidades con problemas de agua son: El Chuchupe, Rancho Nuevo, La Pila, El Tamarindo, Las Chochas y el Barrio de Guadalupe, es decir, la mitad de la zona tének, alrededor de nueve mil personas afectadas durante semanas.
