Viernes 10 de Mayo de 2024

Resurge conflicto en la Buenos Aires; una historia sin fin

Redacción

Huasteca Hoy

 

CIUDAD VALLES. Por novena ocasión este miércoles se postergó el desalojo de un predio de casi tres hectáreas, ubicado en las inmediaciones del fraccionamiento Buenos Aires, luego de un enfrentamiento a rocazos entre civiles y policías.

Iban a dar las 10 de la mañana cuando un convoy de camionetas sin rótulos pero con luces preventivas (estrobos) en las parrillas o parabrisas, y sirenas, cruzó la ciudad desde el sur hasta el norte, causando expectación entre los transeúntes.

En su trayecto se unieron al convoy patrullas de la Policía Municipal y Estatal, un vehículo de Protección Civil Municipal, y un camión cisterna de Bomberos

Todos se dirigían al fraccionamiento Buenos Aires, con el objetivo de cumplir con la orden de un juez, de desalojar un predio que legalmente pertenece a Manuel Escobar, pero que se encuentra invadido por docenas de personas.

Apenas entró el convoy a dicho fracciona, y en el predio en discordia empezaron a correr hombres y mujeres, quienes previamente ya habían colocado barricadas con llantas inservibles, y les prendieron fuego para impedir el ingreso de las autoridades.

Por parte de la Policía Estatal se desplegó un grupo de policías antimotines, armados con toletes y escudos, y sus colegas de la Municipal así como de la PDI, se posicionaron a lo largo de dos cuadras.

Las personas que viven en el terreno que iban a desalojar les advirtieron que no iban a dejarlos entrar, y que defenderían lo que consideraban su patrimonio, así que se armaron con piedras y palos.

Y esque dijeron que tienen muchos años viviendo ahí, y cada quién compró su terreno de buena fe, por lo tanto también eran víctimas.

El agente del Ministerio Público habló con los responsables de cada sección de policías, y les dio instrucciones para ingresar al predio, pero antes pidió a los bomberos que extinguieron el fuego de las barricadas.

Esto alborotó a los posicionarios, quienes empezaron a arrojar piedras, replegando no sólo a los bomberos sino también a policías municipales y de investigación.

En otro extremo estaban los antimotines de la policía estatal, quienes mantuvieron la fila, sin reacción, y no hubo agresión hacia ellos.

Unos policías de investigación respondieron a la agresión y arrojaron piedras a los civiles, pero el intercambio de rocas no duró ni diez minutos, después los civiles de empezaron a quejar, pues dijeron que una de las piedras había golpeado a una mejor, y consideraron que hubo abuso de autoridad, pues entre ellos había niños y aún así fueron agredidos.

Los presuntos invasores pidieron públicamente la intervención del Alcalde, David Medina Salazar, y del gobernador Ricardo Gallardo, y siguieron insultando y amenazando a los policías.

Diez minutos antes de las 11 de la mañana, el agente del Ministerio Público que iba al frete del operativo, se separó de los policías y se acercó solo a la turba, pidiendo detener de la violencia, pues ya había ordenado suspender el desalojo, e informaría de la situación al Juez de Control.

Los civiles al ver ganada la batalla se relaron, y enseguida los policías emprendieron la retirada.

A una cuadra del lugar donde se dio el enfrentamiento, se encontraba Manuel Escobar y su abogado, quienes dijeron que volverían a exigir al juez, que obligue a las autoridades correspondientes a llevar a cabo el desalojo.

Mencionaron que esta situación se ha vuelto compleja porque incluso la pasada administración del Gobierno del Estado estaba en contubernio con los líderes sociales que operan en la zona, a quienes les entregaban recursos económicos de manera periódica, pero esperan que ahora que ya hay nuevas autoridades no suceda lo mismo.