Martín Rodríguez/Miguel Barragán
Huasteca Hoy
Con escasa cantidad de camiones urbanos, pasajeros que se quedaron esperando, tráfico inusual y obras en proceso que complicaron las cosas, comenzaron para un pequeño porcentaje de alumnos, las clases presenciales en planteles educativos de la zona metropolitana de San Luis Potosí.
En la avenida Coronel Romero, un enorme cuello de botella de Sur a Norte se formó en las proximidades del mercado San Luis 400, debido a que se encuentra en proceso una sustitución de segmentos de concreto hidráulico en el pavimento, que dejó únicamente el carril de estacionamiento para circular, pero el propietario de un remolque de comida rápida, lo estacionó en forma tal que se atraviesa al paso de los vehículos y camiones urbanos.
Para el regreso a clases a planteles como la Facultad de Contaduría Administración y la Facultad de Derecho, la Escuela Normal del Estado, la escuela secundaria Jaime Torres Bodet o el Colegio Sagrado Corazón, los usuarios se percataron de la desaparición de las rutas 31 y 32 de transportes urbanos Tangamanga, empresa que por cierto amaneció con un flujo más constante de la ruta 28, que mueve a los estudiantes desde las colonias María Cecilia, Ponciano Arriaga, El Sauzalito, El Saucito, San Ángel, Retornos e Industrial Aviación, hasta las escuelas del sur de la ciudad.
Por primera vez en más de 17 meses, aparecieron los ruidos de motores que ya eran inusuales por la caída de frecuencia del tránsito vehicular en las avenidas que llevan a los planteles educativos.
En Valles, el regreso a clases tuvo muy pocos alumnos en clases presenciales y muchos cuidados de parte de las escuelas para evitar en la medida de lo posible el contagio dentro de las instituciones
