Redacción
CIUDAD VALLES. Una mujer que vive en una zona rural del norte de la ciudad señaló a un enfermero del Hospital General de haber abusado de su sobrina de 16 años de edad, cuando se recuperaba apenas de una operación.
Los hechos serán relatados como la tía de la jovencita los dijo, sin embargo, por cuestiones de protección de los datos de la adolescente no se revelarán ni los nombres de ella ni el de su pariente, que es la que habló con este medio de comunicación.
El jueves 26 de agosto, en la mañana, la joven fue a casa de su tía a pedirle medicamento para el dolor, porque no soportaba la tensión de su abdomen.
La tía se había enterado de la llegada de una brigada de la Secretaría de Salud a su poblado y fueron a una valoración.
La intensidad del dolor obligó a los brigadistas a enviarla al Hospital General, a donde se fueron tal como andaban, sin hacer escala en sus casas, dada la urgencia del caso.
La pesadilla
Desde las 11 y media de la mañana hasta las 11 y media de la noche la joven se retorcía, atenazada por su estómago que no cesaba y la tía la acompañaba, intentando consolarla, pero después de varios estudios, resultó que la jovencita tenía un problema de quistes en su ovario y que era necesario intervenirla.
En efecto, el personal médico le extrajo un quiste del tamaño de una pelota de béisbol de su cuerpo y le extirpó un ovario, agregándose a la intervención la extracción del apéndice de una buena vez.
Desde la entrada al quirófano de la muchacha, la tía tuvo que aguardar afuera, hecha un nudo de nervios.
La madre de la menor, por su jornada laboral, no podía estar ahí, aunque estaba al pendiente del progreso de su hija.
Una vez que terminó la operación, la muchacha quedó sola en el frío insoportable de la sala, con un enfermero que ella describe como robusto, de estatura media, moreno, de bigote y de alrededor de 40 años.
Semidormida por la anestesia y por el trauma de la operación, la joven escuchó que el enfermero le hacía algunas preguntas, entre las que inquirió si tenía novio, ella le dijo que no y luego de informarle parte de su vida, el tipo aprovechó la debilidad de la joven mujer y la tocó insistentemente en la entrepierna e incluso se descubrió el rostro del tapabocas para besarle en algunas partes del cuerpo.
En el límite de la infamia, el ayudante médico le puso 70 pesos envueltos en una servilleta en la mano a la joven.
La madre
Temprano el viernes, la madre de la niña llegó a verla y, lo primero que le relató la joven fue el suceso que tuvo que pasar.
Incluso entregó el dinero a la mamá como prueba.
Los trabajadores sociales tomaron nota del hecho y se quedaron con el dinero de evidencia.
Pero una vez dada de alta, la familia acudió a la Séptima Delegación de la Fiscalía General del Estado para denunciar los hechos y, en efecto, el médico legista encontró indicios del abuso en la menor.
El expediente es el D06-2021-002956 y, aunque la joven no sabe el nombre del enfermero, lo puede reconocer si se lo ponen enfrente.
