Redacción
CIUDAD VALLES. El viernes pasado, luego de cuatro días de internamiento, la señora María T. falleció en una de las camas del covitario del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y desde el viernes y hasta hoy martes, nadie ha acudido por su cuerpo.
Uno de los dramas indirectos que tienen que pasar algunos de los trabajadores del Seguro Social es la soledad de algunos de los enfermos de los covitarios.
A algunos de los contagiados de Covid en estado grave o delicado les realizan videollamadas las familias que están al pendiente afuera del Hospital o desde casa, mientras otros resisten y luchan solos contra el Covid.
María, de 102 años, parecía estable la tarde noche del viernes, pero el oxígeno no entró más a sus pulmones y trascendió esta vida a las 11:20 de la noche.
Además de la soledad de su internamiento, su cuerpo ha estado sin reclamo de nadie, desde el mismo viernes en la noche, hasta esta mañana de martes.
El personal médico y administrativo del Hospital espera que su familia reclame los restos que se enfrían en la morgue cada vez más colmada de víctimas de la pandemia.
