Sábado 18 de Mayo de 2024

Revelan parte de pláticas de la pareja presidencial que el Cisen grabó y registró en archivos

SinEmbargo

Haber ganado las elecciones presidenciales de julio de 2018 no libró a Andrés Manuel López Obrador del espionaje político del que fue objeto, al menos, desde 1979. Tras su triunfo electoral, agentes del desaparecido Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) continuaron con los “trabajos de inteligencia” denominados “vigilancia técnica” tanto de forma física –seguimiento directo a las afueras de su entonces domicilio particular, la casa de campaña, las oficinas del partido Morena y los actos públicos del político tabasqueño– como digital –con el empleo de software maliciosos como Pegasus, con los que intervinieron sus comunicaciones telefónicas, mensajería instantánea y correos electrónicos, y frecuentemente lo geolocalizaban para conocer su ubicación exacta–, revelan audios y copias de expedientes que el Cisen acumuló ilegalmente y a los que Contralínea tuvo acceso. Así, hasta sus últimos días en el poder, el gobierno de Enrique Peña Nieto siguió todos los pasos del actual presidente.

Entre las conversaciones telefónicas y mensajería instantánea de López Obrador (AMLO) con su primer círculo político y con su familia –grabadas ilegalmente por agentes del Estado– se encuentra la siguiente plática que sostuvo brevemente con su esposa Beatriz Gutiérrez Müller (BGM):

BGM: Bueno. Bueno.

Voz de hombre no identificada: ¿Me escucha?

BGM: Sí.

Voz no identificada: Déjeme la comunico.

AMLO: Bueno, bueno.

BGM: ¿Cómo está?

AMLO: Bien, acá andamos.

BGM: Mmmm, qué bueno.

AMLO: En el Valle de Mexicali. Bueno, te hablo por esto…

BGM: Ajá

AMLO: Allá donde Laura

BGM: Ajá.

AMLO: Dos eh… actos, ¿verdad?

BGM: Eh, sí, pero luego hay un tercero y un cuarto.

AMLO: No me digas.

BGM: Sí, el tercero es que te lleva ahí donde trabaja tu compañerito.

AMLO: Ajá.

BGM: Que ellas te habían dicho eso, ¿no?

AMLO: Sí.

BGM: Ahí, para que entres y conozcas. Ya la otra es lo que ayer te estaba yo platicando, de lo de la orquesta sinfónica…

AMLO: ¿De la qué?

BGM: De la orquesta sinfónica.

AMLO: ¡Ah!

BGM: De los que tienen orquesta. ¿Te acuerdas o no te acuerdas?

AMLO: No, no me acuerdo.

BGM: Mmm… Bueno, pues son unos señores que tienen radio, tienen tele, orquesta, grupo de baile, estéreos, discos…

AMLO: Ah sí, ya sé; ya sé.

BGM: Y eso lo van a hacer en la mañana del jueves. O sea, la única del miércoles es la…

AMLO: Sí pero… Pero abiertos, me refiero así…

BGM: Mmm… Abiertos, pues son realmente dos.

AMLO: ¿Eh?

BGM: Son dos, pero ya no son abiertos, porque ya se llenaron los lugares.

 

VIGILANCIA PERMANENTE

La vigilancia en contra de López Obrador venía de tiempo atrás. Previo a ganar la Presidencia de la República con el voto de más de 30 millones de electores, cada semana los agentes del Cisen integraban informes donde resumían el comportamiento del político tabasqueño: a dónde fue, con quién se reunió, con quién habló, si la conexión fue por telefonía fija o móvil, verbal o por mensajería instantánea; y se transcribían las conversaciones, incluidas las más irrelevantes.

De uno de esos reportes –a los que Contralínea tuvo acceso– se deprende que, tanto el ahora presidente como su círculo político cercano y sus familiares cambiaban constantemente de números de telefonía móvil. Por ello, los agentes se concentraban en los números fijos, tanto de su domicilio como de sus oficinas. “De la vigilancia técnica efectuada a la casa de AMLO se pudo autentificar que el número utilizado por su jefe de prensa y hombre de mayor confianza [César Yáñez, CY] es el 5533… [se omite por ser dato sensible]. Lo anterior se pudo determinar con base a la codificación de un número que digitó AMLO desde su teléfono fijo”.

Así se daba cuenta hasta de breves recados sin mayor sustancia, como por ejemplo la siguiente conversación:

CY: Hola.

AMLO: Oye, hazme un favor.

CY: Sí, señor.

AMLO: Dile nada más, este, de favor César, a Beatriz que si me habla aquí, a la casa.

CY: Sí, como no.

AMLO: Ándale, gracias.

CY: Le marco.

AMLO: Gracias.

CY: Ándele.

En otro momento los agentes del gobierno de Peña Nieto identificaron que el número móvil que portaba López Obrador era uno que en realidad pertenecía a su hijo Andrés Manuel López Beltrán, de acuerdo con la propia “red de comunicación” que establecieron a partir de los números que intervenían ilegalmente, y que ahora, por el reportaje periodístico Pegasus Project se apunta que llegó a afectar al menos a 50 allegados al actual presidente de México.

En otro de los reportes, de un año antes de las elecciones presidenciales, se indicaba que, “después de realizar el análisis de la Red de Comunicación de AMLO y César Yáñez se observó que a partir del 28 de julio de 2017 comenzaron a establecer comunicación con el número 5554…[se omite por ser dato sensible] al que estratégicamente se dio seguimiento vía geolocalización y arrojó posicionamiento dentro del perímetro del domicilio de AMLO. Derivado de lo anterior se solicitó el detalle telefónico del número [se omite por ser dato sensible], mismo que permitió autentificar que la línea telefónica se encuentra a nombre de Beatriz Gutiérrez Müller. Asimismo, como parte de la vigilancia técnica realizada al domicilio de AMLO, en una llamada realizada por BGM, ésta confirma que ha cambiado de número y se lo dicta a la persona con la que conversa”. El reporte se acompaña con la copia de una factura de la empresa Telcel, proveedora de ese servicio privado.

Redes de comunicación, espionaje masivo

Establecer las llamadas “redes de comunicación” de López Obrador permitió a los agentes del Cisen realizar un espionaje masivo a todos sus contactos e incluso a terceros que no necesariamente hablaron con el ahora presidente, pero sí con los contactos de éste, revelan los informes a los que se tuvo acceso.

La primera “red de comunicación” ostenta en el centro del esquema una foto del primer mandatario con los números fijos y móviles que entonces se atribuían a su uso, y de ahí se desprende el resto de números espiados, incluidos los de sus familiares, pero también de políticos miembros del partido Movimiento Regeneración Nacional, que en ese momento ocupaban cargos relevantes: la entonces presidenta, Yeidckol Polevnsky; Rosario Alejandro Esquer Verdugo, entonces secretario de Finanzas; César Yáñez, e incluso Claudia Sheinbaum Pardo, entonces candidata al gobierno de la Ciudad de México.

Como ejemplo, los expedientes anexan audios de estas personas como el siguiente de Yeidckol Polevnsky:

“¿Cómo se espiaba? Tenían equipos sofisticados para escuchar todas las llamadas telefónicas, no sólo de la persona que era el blanco, sino de todo su entorno. Desde luego me espiaban durante uno, dos años, bueno, mucho más, pero ahora se da a conocer que también espiaban a mi esposa, a mis hijos, bueno, hasta al médico que me atiende, al cardiólogo. ¿No está la noticia por ahí?”

Respecto de su círculo cercano, el presidente dijo: “50 personas cercanas a mí, pero eso no sólo era en mi caso, era a periodistas, era a todos, imagínense. Pegasus, ahí está. Pero era a muchos y se hacía a nivel mundial esta empresa, entonces se convierte en una noticia mundial porque esto mismo hacían en otros países.

“Ahora, independientemente de que se llevaba a cabo esta labor de espionaje, imaginemos cuánto costaba, cuánto dinero se destinaba al espionaje. Y regreso a lo mismo, esto ya no se hace, no se espía a nadie, ya desapareció el llamado Cisen, porque se han hecho tantas cosas y en poco tiempo, y además no hemos alcanzado a informar de manera amplia que vamos a seguir dando a conocer estas cosas que ayudan a entender de que somos distintos, que no es lo mismo, que se está llevando a cabo en México una transformación en la vida pública del país.

“Entonces, ya esto no sucede, el gobierno no espía nadie, los opositores no son espiados, no hay censura para los medios de información, a nadie se le limitan sus libertades.”

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