EL asunto es muy simple para los candidatos al gobierno del estado: o conquistan la Huasteca, o se los lleva el diablo. La Huasteca tiene una población de 800 mil habitantes, repartidos en 20 municipios, muchos de los cuales apenas y frisan los 20 mil habitantes, pero que estos pueblitos no los engañen, por favor…
LA capital potosina tiene una población de 900 mil habitantes, con una fluctuación, entre semana, por la zona industrial y los empleos temporales de 1 millón 100 mil habitantes, pero tampoco se dejen engañar por esta población demencialmente grande…
EN la Huasteca, hay pueblitos, como Tanquián (13 mil 448 personas), San Vicente (14 mil 945 habitantes) Coxcatlán (15 mil 660 pobladores) en los que el nivel de votación hace las delicias de un consejero electoral de biblioteca, porque llegan a registrar niveles de participación hasta de un 85 por ciento en una elección, fenómeno que no se ve en otras partes del país…
COMBINADO con los porcentajes bajos de Valles, Ébano, Tamazunchale (a veces), el promedio de participación queda muy arriba: quizá en el 55 ó 60 por ciento de votantes que acuden a las urnas. Pues bien, en la capital del estado, al ser una zona urbana, el sentido de la comunidad se enfría y se deshumaniza la vida social, como en toda ciudad con gran crecimiento y los niveles, si acaso, superan el 40 por ciento de votación…
ENTONCES, ¿qué es más recomendable, tener pueblitos donde casi todos participan o pueblotes donde casi nadie participa? Obvio lo primero. Con el porcentaje de votación dicho, se podría calcular entre 450 y 480 mil votantes para el proceso del domingo, mientras que, para la capital del estado, si bien les va a los candidatos, obtendrán entre 350 y 360 mil votos, una cantidad mucho menor que la de la participativa Huasteca potosina…
LOS candidatos que suenan con más fuerza en la contienda han sido los que no han dejado de venir a la Huasteca y la razón es la que está expuesta arriba.
