VERGÜENZA quizá no sea una palabra adecuada para lo que los tének de los ejidos de Valles hicieron pasar al diputado Edson de Jesús Quintanar Sánchez, quien ayer en la tarde, fue a pedir a la asamblea de las autoridades de esta etnia que le proporcionaran una constancia de que él es de esa comunidad, para poder contender como candidato indígena plurinominal en esta elección, por el partido Morena…
LOS tének, que tuvieron a mano al que buscaba la impostura (y no como los tének de San Antonio o los nahuas de Axtla que se enteraron después que el Mijis había falsificado firmas para presumir constancias de ambas etnias), resolvieron preguntar a Edson en lenguaje originario las razones que tenía para pedir algo así y, obviamente, el diputado, que muy a fuerzas hila ideas en español, luego de ser interpelado en tének, puso cara de “what? ” y ante su pasmo, los asambleístas decidieron mandarlo más lejos que la sonda china que anda en Marte…
PERO eso no es todo, dentro de los aprendizajes de Edson en el Congreso, el muchacho no iba a pedir el favor con las manos vacías: ofreció a cambio de la constancia la suplencia de su diputación a cualquiera de los presentes y, ni así, le hicieron caso…
PASÓ de ser el peor diputado de la historia, a también ser el que se ostente con la bandera del más ridículo…
PUES bueno, resulta ser que ahora ha surgido una grilla entre los candidatos de la coalición Juntos Haremos Historia, David Medina y el de Sí por San Luis, Marco Antonio Guillén, porque están acusando a este último de también repartir despensas, con el tríptico sobre las bolsas de víveres. Pero el problema es que es poco creíble la acusación, por el simple hecho de que es muy burdo el anuncio de la supuesta entrega de despensas, además de que, cuando se le preguntó a la gente de Juntos Haremos Historia, no supieron decir dónde y cuándo entregaron tales despensas. Hasta para echar mentiras hay que tener algo de imaginación.
