Domingo 12 de Mayo de 2024

Bitácora

EL regreso de la candidatura a Xavier Nava Palacios, luego de que el Tribunal Electoral del Estado había decidido que no podía reelegirse a su cargo de alcalde por otro partido diferente al que lo abanderó en 2018 parecía demasiado lógica y bien sustentada en la Ley Electoral y en la Constitución, pero la ley es un asunto maleable.

RESULTA que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) resolvió que esto aplica, claramente contra los que son militantes de un partido, gobiernan con ese mismo partido y luego se postulan por otro, como una manera honorable de mantener la bandera política intacta y para que no se fomente el chapulineo, pero como Xavier Nava no es militante ni de su propia casa, porque puras vergüenzas hace pasar a su clan, entonces él está exento de este estatuto de las leyes electorales.

ESTO envilece de nueva cuenta el panorama electoral, porque aunque los ciudadanos suelen odiar a los partidos y se fijan más en los candidatos, sean de la raigambre que sea, hay un motivo esencial para estar dentro de un instituto político y lo que pasa con Nava, antipejista de cepa y panista de corazón blando de bolillo, para luego irse a la “izquierda” ficticia de Morena solamente deja entrever que la decencia no es algo que se vaya a encontrar nunca ni en los partidos, ni en los candidato, ni en los tribunales.

EL efecto que provocará tiene preocupados a otros postulados a la Presidencia Municipal de San Luis Potosí, porque Nava Palacios podrá ser un pelmazo para gobernar, pero tiene una concha de tortuga caguama y con ella a cuestas, cultivará la idea en los electores de que es víctima de odio político y de procesos judiciales desiguales y, sin embargo, sigue en pie.

ESA retórica barata no debe tomarse en cuenta por el bien de la capital de la entidad y del estado.